Este mes un mexicano más triunfa en el extranjero, se trata de Sergio Pérez Torres, quien obtuvo el IV Premio Literario Ana María Navales, celebrado por la fundación Fundación Hernando de Aragón, por su colección de poemas “Barcos anclados al viento”.
Sergio Perez Torres en Real de Catorce
Un jurado formado por los poetas Rosendo Tello (presidente), Encarnación Ferré y José Antonio Conde, con Juan Domínguez Lasierra como secretario, con voz y sin voto, decidió por unanimidad la concesión de dichos galardones en atención a la alta calidad de ambos textos.
El IV Certamen Literario “Ana María Navales”, en recuerdo de la escritora zaragozana, está convocado por la Fundación Hernando de Aragón, de Zaragoza, y patrocinado por Ricardo Comín y Asociados (Correduría de Seguros), y dotado con 700 euros en cada una de las modalidades y una obra gráfica del pintor Martínez Tendero.
El autor declara que el título “Barcos anclados al viento” viene de tratar de asegurarse en lo inasible. Ni un barco se ancla al viento, ni podemos detener al viento en un semáforo.
“Escribí los poemas en enero de este año. Traté de sobreponer la imaginería surgida de la realeza inglesa a los planos interiores que tenía aquel entonces: memorias del frío, una relación amorosa, un viaje a Londres. Fue un proceso creativo bastante fluido, orgánico.”, narra el autor en entrevista con Diario Cultura.mx.
En su obra, se puede detectar cierto grado de soledad, de pérdida, sino un extravío que repta de frase en frase, “Creo que la pérdida sí marca mi mi obra. No dejo de pensar en las palabras como ya muertas para cuando son echadas, la literatura trata de dejarnos revivir algo del lenguaje. Los griegos creía que las artes eran hijas de la memoria. El primer recuerdo inventado que tengo es la muerte de mi hermana de tres años cuando yo tenía uno. Lo primero que sé que existe es lo que no va volver.”, agregó.
Sobre sus influencias, agrega: “Me siento muy cómodo en lo confesional de Plath, en ese lirismo de claroscuros de Pizarnik, toda la fantasía que oscila entre el erotismo y la inocencia de DiGiorgio. Pero sobretodo vuelvo a Safo, ya sea para el tejido largo, la naturalidad y claro, la música. Por ahora estoy fascinado con Tales from Ovid, de Ted Hughes; Hilos, de Chantal Maillard y Nox, de Anne Carson.”
Algunos de los poemas ganadores de Barcos anclados al viento:
“XVII.
Alimento tu ausencia con silencio
como se alimenta una hoguera con árboles muertos.
Y yo, que no soy fruto sino sombra sobre tus deseos,
intento encender una vela mientras digo tu nombre.
La guerra es una cosa atroz, cada lado toma su estandarte
y entierra mil muertos al cenit con esperanzas de volver.
XX.
Estoy rindiéndome a tus ojos fijos donde me reflejo para beber mi sed,
estoy perdiendo el uso del silencio ante sus manos,
cubren como ejército enemigo zonas nunca antes derribadas,
me está conquistando el sonido de otra voz en un cuerpo lejano,
no comprendo su lengua pero beso con la furia del pleamar
porque han dicho que el mundo acaba cada día,
no quiero irme de mi cuerpo sin dormir en medio de tu noche
como una flor seca sueña para siempre entre las páginas de un libro.”
Tanto Barcos anclados al viento, como Los nombres del insomnio (que en febrero ganó los Juegos Florales del Carnaval de La Paz) tendrán una presentación doble en el mes de julio.
Sobre el autor:
Sergio Pérez Torres. Los nombres del insomnio. Portada.
Sergio Pérez Torres (Monterrey, 1986). Publicó Caja de Pandero (EDÉN, 2007) y Mythosis (EDÉN, 2009) y Los nombres del insomnio (Cuadernos de la Serpiente, 2016). Su obra poética ha sido premiada con el Concurso de Literatura Joven 2004, del Instituto Municipal de la Juventud de San Nicolás; Certamen de Literatura Joven Universitaria 2009, de la Universidad Autónoma de Nuevo Léon; Juegos Florales del Carnaval de La Paz 2016, del Municipio de La Paz, Baja California; y IV Certamen Literario Ana María Navales, de la Fundación Hernando de Aragón, en Zaragoza, España.
