¿Cómo se elige una novela ganadora?

0

No se lee como en la playa un texto para premiar. No se lee relajadamente, dejándose llevar por los gustos y las emociones del momento. Los jurados de un concurso se encuentran frente a una cantidad de textos -que varía según el premio- que tienen que leer, evaluar y comparar. Poner uno sobre otro. 

Resultado de imagen para Sylvia Iparraguirre, jurado del Premio Clarín Novela

¿Cómo hacer esto? ¿Cómo decidir que un texto es mejor que otros, cuando uno es bueno por acá y el otro por allá? ¿Cómo tratar de estar concentrado, de no fastidiarse, de no dejar pasar elementos, de ser justo? Y como si fuera poco: ¿cómo ponerse de acuerdo con los otros miembros del jurado?

Sylvia Iparraguirre tiene experiencia en el tema. Por tercera vez es jurado del Premio Clarín Novela pero antes lo ha sido en el premio de Emecé, en el Fondo Nacional de la Artes, en Cuba.

-¿Cómo se lee como jurado?

-No es una lectura casual o por placer, vos sabés las expectativas que tiene alguien cuando manda lo que escribió a un concurso. Luego tenés que mirar la estructura, los personajes, el manejo del tiempo, lo significativo, lo insignificante. Cuando soy jurado leo y releo por temor de que se haya pasado algo. Hay que pensar que la impresion de lectura tiene que ver con el momento en que lo hacés, algo te puede interrumpir o distraer: el tiempo cotidiano entra en una novela. Entonces hay que repasar, a veces a una novela que te parece floja le encontrás otro valor.

-¿Un ganador se perfila rápido, aparece?

-Hay novelas que se destacan solas, eso es una suerte. Si aparece en las primeras lecturas es muy bueno porque marca un nivel al que las otras tienen que acercarse o sobrepasar. También hay que tener en cuenta que el jurado se basa en el universo de novelas presentadas, no el de toda la literatura argentina o latinoamericana.

-¿Hay mucha disparidad en los textos de un concurso?

-La novela tiene reglas, vos sabés cuando estás en presencia de una novela, cuando aparece una prosa. En algunas hay lugares comunes, una chatura, que no remonta. O falla la construcción de personajes: a veces son maquetas, se ve la falta de experiencia de un escritor. Y a veces pasa todo lo contrio: En Rebelión de los oficios inútiles, la novela (de Daniel Ferreira) que ganó el Clarín hace tres años, lo tenías todo: recursos novelístico, intencionalidad, idas al pasado, un universo novelístico que te atrapaba.

-¿No hay miedo a equivocarse?

-Uno tiene que recostarse en el jurado de preselección, un equipo más grande, que hace la primera lectura y al que uno le tiene que tener confianza, es el filtro. Los soportes de un premio están basados en el jurado de preselección y el jurado tiene que estar seguro de que esa selección va a ser rigurosa. Después, hay novelas que no llegaron al final y quedaron como hito anecdótico.

-¿Por ejemplo?

-Cortázar se presentó con Los premios al Premio Emecé y no lo ganó, se les pasó. Ocurre.

-¿Hay tensión entre los jurados? No tienen por qué pensar lo mismo…

-El jurado no siempre está de acuerdo. Es muy estresante, es tenso, no siempre tenemos los mismo parámetros sobre qué es la literatura, sí una base común sobre qué es lo que está bien escrito, bien construido. Pero se coincide más en los defectos que en las bondades.

-¿Y si no se ponen de acuerdo?

-Cuando los criterios no coinciden -que es algo bueno- hay que dar argumentos y aparece la discusión. De ese cruce de opiniones sale aquella novela que nos parece más cercana a lo que consideramos que es premiable. A uno le puede interesar la potencia de la voz narrativa o el tema; hay muchas cuestiones a considerar. Puede haber diferencias pequeñas o de magnitud entre los jurados. A veces otro jurado te hace ver aspectos que no habías considerado. Y como los jurados son internacionales, quizás lo que uno ya vio en su país muchas veces, es nuevo para alguien que viene de otro país. Es habitual que cada uno resigne algo para llegar a lo que es premiable. Fui jurado en distintos premios, los problemas son similares.

-¿Algunas característica que hayas visto últimamente?

-Ahora se usa un realismo naturalista, el habla vulgar, la puteada. Eso no está ni bien ni mal pero en un texto saturado de ese tipo de lenguaje no hay contrapunto. En cambio si se pone ese insulto en el lugar donde va y después se baja o se sube… ahí cobra sentido. Si todo es lo mismo. te aburre. Como si es puro sexo: te aburre. O si es puro comer.

Share.

About Author

Daniela Miranda

Daniela Miranda. Licenciatura de Mercadotecnia y Publicidad en la Universidad TecMilenio. Especializada en Contenidos Web.

  • Diario Cultura.mx

    Diario Cultura.mx es una revista que aborda temas relacionados al arte, la historia y la cultura, desde una perspectiva profesional y multimedia.

  • Financiarte

    Diario Cultura.mx se creó con el apoyo de Financiarte, es sus ediciones 2011 y 2013.

  • Diario Cultura

Diario Cultura.mx. Derechos Reservados. 2015. Todos los artículos son responsabilidad de sus autores. Aunque Diario Cultura.mx promueve la cultura y las artes, esto no significa que esté totalmente de acuerdo con las opiniones y comentarios que sus autores realizan.
Más en Artes
Cerrar
Array ( )