La historia bien pudo ser el argumento principal para película de horror referente al Halloween, sin embargo sus raíces son mexicanas y las brujas norestense:
“Desierta de gente española y cristiana y solamente poblada por bárbaros indios y algunos pastores que entraban por temporadas a apacentar sus ganados. Porque estos (indios) forman sus mitotes y bailes a que concurren muchas de las rancherías más cercanas a embriagarse con una bebida que hacen de pulque de mezquite, maguey y tuna, y de no haber esto lo más común es el peyote, que es una yerba que ellos veneran mucho que también los emborracha mucho. Con esto y el baile que forman en círculo alrededor de una gran hoguera caen privados y en esa privación se les aparece el demonio, a quien adoran y veneran, que baja del cielo y ahí les dice lo que han de hacer”.
El texto anterior pertenece a un relato de Hermenegildo Sánchez, quien vivió en Villagrán, Tamaulipas de 1750 hasta 1804, y que fue referido por el cronista Armando Leal Ríos acerca de los indicios de la brujería y curandería en el noreste.
La historia bien pudo ser el argumento principal para película de horror referente al Halloween, sin embargo sus raíces son mexicanas.
Leal Ríos indicó que con la llegada de las cabras a regiones como Parás, Agualeguas, Bravo, Treviño, Los Herreras o Terán, también llegaron los esclavos negros.
“Se va a constituir una cultura compuesta con los mitos y costumbres de lo que es el indio chichimeca y lo que traen los negros. En esa fusión nos vienen algunos atavismos y creencias que todavía persisten”, indicó.
Sin duda alguna, la primera imagen en la que pensamos acerca del relato de Sánchez es en un aquelarre, y si bien han pasado ya algunos siglos, hasta hace algunos años Héctor Jaime Treviño Villarreal dirigía el Centro de Información de Historia Regional ubicado en la ex Hacienda San Pedro, donde comentó era sabido que asistían grupos de personas a realizar ceremonias en mitad de la noche.
Así que este tema sigue vivo. Es así como desde 1664, La Petaca alberga un buen puñado de relatos que nada le deben a los Estados Unidos y su Halloween.
El tema de las brujas es complejo, pues tiene su origen en la figura de los curanderos.
Este conocimiento fue pasando por tradición oral y hermanándose con la religión hasta conformar un corpus más intrincado.
De esta manera, tanto Leal Ríos como Treviño Villarreal coincidieron que la ausencia de energía eléctrica, de las comunicaciones y la proliferación de las supersticiones, así como el conjunto de conocimientos en torno a la salud, el cómo curar, propiciaron que lugares específicos como La Petaca en Linares surgieran como el escenario ideal para la ferviente creencia en la hechicería.
En el tema de la herbolaria, Treviño Villarreal indicó que los españoles se maravillaron por los conocimientos en el tema por parte de los aztecas.
Es así como tanto negros, indígenas y españoles fortalecieron la creencia en los curanderos, de donde surgieron grandes charlatanes, personajes que se convirtieron en pesadilla para ilustres científicos como “Gonzalitos”.
Así que este 31 de octubre los niños y jóvenes que piden dulces casa por casa deberían temer a figuras como “Cato”, el “Brujo Avendaño”, “El Negro Ignacio”, a “El Tatita”, María Cepeda y pasarse la madrugada escuchando el relato sucedido allá por 1960, del cual Armando Leal Ríos fue testigo en “La Yerbabuena” de un caso que llamó la atención de la prensa e investigadores.
“El comisariado ejidal nos presentó un hombre que se hacía llamar ‘El Brebajes’. Llegando el momento de presentarnos a su Dios nos hizo ponernos ropa igual como la que él llevaba.
Al fondo del local había un chivo disecado y él empezó a hablar, ‘hermanos, nos hemos reunido para alabar a nuestro Dios de las tinieblas’.
Todos nos sorprendimos… nos trasladamos a donde se nos indicó donde había una mesa servida con una variedad de platillos.
Terminada la comida empezamos a sentirnos en otra dimensión, las paredes se acercaban y alejaban, se oían gritos espeluznantes, girábamos.
El Brebajes levantó en su mano una serie de palillos que parecían del mismo tamaño y dijo, ‘al que le toque el más chico será sacrificado en El Pilar del Chivo y le ofreceremos a Satanás la sangre y el corazón…”, para muestra, un botón.
