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José Cruz presenta su Razón para vivir

José Cruz

Afirma que con esta grabación cierra un ciclo difícil para iniciar otro con más madurez.

José Cruz no lucha contra la enfermedad, la convierte en aprendizaje. No niega el dolor, lo transforma en música. Por eso, una vez más, vuelve al escenario con su blues, con su grupo Real de Catorce y sus Jícuris, con 16 piezas nuevas que integran su CD: Una razón para vivir.

El próximo martes 22 de noviembre, partir de las 19:00 horas, cantará sus nuevas canciones en la sala Ollin Yoliztli, en donde lo acompañarán Horacio Franco, Alex Otaola, Leonardo Torres “El Flamenquito”, Eric Acosta, María José Cruz y Fernando Rivera Calderón y su Monocordio. Y festeja, también, que la esclerosis múltiple no le ha quitado la voz, “que es mi huella digital”.

Una canción para Rita Guerrero y una pieza de flamenco con fusión de blues forman parte de su nueva música. Y es que, dice, “entre el blues y el cante jondo hay una asociación cercana en cuanto al desfogue emocional que propician estos géneros: una catarsis por medio de la expresión artística, de la tristeza, pero también de la bravía de vivir”.

El dolor, como el amor “no tienen medidas”. Y la salud, advierte el compositor, es relativa. La enfermedad, “puede ser un camino para acercarse a sí mismo, porque uno deposita en el cuerpo las carencias del alma”.

Con este CD doble “cierro un ciclo difícil para iniciar otro, con la madurez, la enseñanza y el aprendizaje que he obtenido de mi condición de salud”.

Ante la violencia y la devastación física y espiritual en el entorno, José propone una respuesta de vida. La guerra “desarticula las almas, ofrece un panorama de muerte devastador, deprime. La que vivimos es una guerra perversa por intrusiva, porque se mete a la entraña, a la intimidad; nos quita el derecho a la paz, no a la paz burguesa del confort, sino a la paz interior de gente común que ni la debe ni la teme. Pero está la creatividad y están los artistas independientes y es en ellos donde veo surgir el talento para generar el diálogo y articular de nuevo las almas de México”.

El músico lo ha vivido en carne propia. Le daban un tributo en Torreón cuando sucedió la matanza de doce jóvenes “por eso admiro tanto a los artistas de Durango, Ciudad, Juárez, el Estado de México… que siguen creando y generando cultura”.

El legado musical de Real de Catorce mucho le debe a la sabiduría de los huicholes, a quienes José pidió permiso para utilizar el nombre del grupo.