La repentina muerte del maestro Eric Steinman caló hondo entre la comunidad operística y musical de la localidad, al considerarlo como una persona que siempre creyó en el potencial de los artistas regiomontanos.
Steinman era oriundo de Nueva York, donde nació en 1948, pero desde hace más de 20 años radicó en Monterrey. Desde entonces se dedicó a promover la ópera en la ciudad, convirtiéndose en maestro de varias generaciones de cantantes.
El maestro sufrió un problema cardiaco el martes mientras vacacionaba en Cancún, y desde estonces se mantenía hospitalizado. En las primeras horas de ayer sábado se despidió de este mundo.
Las sopranos Yvonne Garza y Patricia Santos lo recuerdan con mucho cariño. La repentina muerte del maestro sin duda les deja una amplia consternación.
“Era un apasionado de la ópera, muy conocedor y que compartía todo desinteresadamente. Creo que varias generaciones de cantantes están influidas por él”, comentó la soprano Yvonne Garza, alumna de Steinman.
El maestro recibió su educación musical en la Julliard School y la Universidad de Nueva York.
El legado del también pianista en el estado es indeleble. Fue fundador de la Ópera Metropolitana de Monterrey, que por más de diez años deleitó a la ciudad, además de director musical de Pro Cultura y maestro de muchas generaciones de cantantes.
Después, Steinman partió a Culiacán, donde fue director fundador de la Compañía de Ópera de Sinaloa.
De las nuevas generaciones, la soprano regiomontana Patricia Santos agradece haberlo tenido como maestro. Ella y Linda Gutiérrez fueron sus alumnas luego que el maestro regresó a Monterrey.
Santos comentó que fue él quien le dio la noticia de su selección en el reality Ópera Prima. Voces del Bicentenario.
“Los videos que mandé a Ópera Prima los trabajé con el, y fue él el primero que me habló para decirme que había quedado en la lista de los 22 seleccionados”, recordó la soprano.