Pirámides de Energía

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Algunas teorías apuntan a que las pirámides funcionaban como reactores de energía.

Según algunos investigadores la idea de que las civilizaciones antiguas como la Maya y la Egipcias fuera arcaicas y con un bajo nivel de tecnología, podría ser una mentira. Esto debido a que algunas teorías sugieren que ya contaban con energía eléctrica.

Así, proponen que la electricidad ya se generaba de manejara eficiente desde el antiguo Egipto. “Esto es completamente viable, debido a que éstas civilizaciones, en especial la egipcia, ya contaba con conocimiento de electromagnetismo, química, medicina, entre otras”, comenta la investigadora Liliana Guerra Márquez.

Uno de los datos que hacen pensar en estas teorías es que en los corredores de las pirámides y en las tumbas de los faraones no se encontraba hollín, es decir, no utilizaban la combustión de algún producto para conseguir iluminación. Incluso algunos relieves pictográficos revelan que los egipcios utilizaban antorchas de mano alimentadas por fuentes de energía sin cables.

Otro ejemplo de esto es el Faro de Alejandría, que debió utilizar una fuente de energía regular para estar encendido las 24 horas del día.

Entre los autores que proponen éste tipo de teorías se encuentra Adnan Oktar, mejor conocido Harun Yahya, figura destacada de Turquía y autor de “Atlas de la Creación”.

Así, propone que los grandes generadores de energía eran las pirámides, como una gigante planta eléctrica, esto se pudiera deber a varios factores:

  1. Aislamiento y control de energía. La envoltura exterior de la Gran Pirámide estaba cubierta de piedra caliza, misma que no contiene magnesio y tiene altas propiedades de aislamiento, dicha propiedad impide que la electricidad se libere sin control.
  2. Conductos como un actual cable eléctrico aislado. Los bloques internos de las pirámides eran otra forma de cristal de piedra caliza, que funciona como un conductor eléctrico altamente efectivo, además de contener pequeñas cantidad de metal, que permitían aumentar su potencia. Así, los ejes centrales de las construcciones estaban elaborados de granito, que contiene sustancia ligeramente radioactiva permitiendo la ionización del aire dentro de dichos ejes. Es decir, funcionan de la misma forma como un cable eléctrico aislado.
  3. Mantos acuíferos que generaban la energía. Sin embargo, aunque las pirámides fueran una gran planta de energía con conductores, aún necesitaban la generación de la misma. Esta era provista por canales de agua subterráneos que se encontraban en la meseta de Giza. Así, los espacios por donde corría el agua se encontraba formado por capas de piedra caliza, dichas capas de roca transmiten la electricidad a la alza, esto era posible gracias al alto volumen del río Nilo, que pasa a través de estos acuíferos produciendo la corriente eléctrica. Actualmente esto se le conoce como Físico-Electricidad.

Así, el campo electromagnético que se forma e la parte inferior de la pirámide se transmite en forma concentrada a las capas superiores de la pirámide, donde al final de ésta se encontraba una piedra angular de oro, que es un metal excelente para la conducción de energía.  Así, ésta piedra de oro facilitó un camino conductor a la transferencia de iones negativos de la ionosfera, de esta forma una corriente se generaba.

Por su parte, la investigadora Liliana Guerra mencionó que la forma geométrica de dichas construcciones facilitaría la conducción y manejo de energía.

Tesla: Una tecnología paralela.

Una forma idéntica de ésta tecnología fue la que descubrió Nikola Tesla en 1900, básicamente su trabajo se basaba en torres de potencia eléctrica que utilizaban un motor de corriente alterna.  Así, Tesla también había construido una torre por encima de una acuífero donde se descargaban iones negativos. Por lo mismo, mencionan algunos, la tecnología que se usó para dicha torre es idéntica a la de los campos electromagnéticos creados en la construcción de las pirámides: ambos sistemas generan iones negativos y transmiten sin necesidad de cables eléctricos.

Para que hicieron uso los egipcios de ésta tecnología.

Algunos relieves, menciona la teoría de Adnan Oktar, muestran que los egipcios usaban algún tipo de bombilla que conectaban con su propio cuerpo como transmisor para poder generar iluminación, éste tipo de mecanismo lo había demostrado Nikola Tesla en la Feria Mundial de Chicago en 1893 donde por medio de transmisión eléctrica de corriente alterna había encendido una bombilla a través de su cuerpo, sin necesidad de utilizar cables eléctricos.

Otros relieves históricos de la cultura egipcia muestran que utilizaron antenas sin cables para la comunicación inalámbrica, y otros más muestran que la energía era utilizada para sus plantas de tejido.

El Arca de la Alianza: material superconductor.

Otro aspecto más atrevido de ésta teoría, es la existencia de un material superconductor existente en el centro de las pirámides.

En el eje central de la edificación de la Gran Pirámide existe un cuarto que los arqueólogos han llamado la Cámara del Rey, espacio dedicado a la tumba de faraones. Sin embargo, esta teoría apuesta a que en dicha cámara pudo existir un material superconductor, y que pudiera ser el Arca de la Alianza, y dicha sustancia sería “el Maná que cayó del cielo”.

Dicho artefacto fue tomado por Moisés al momento de la liberación judía, y se cree que una de las razones por las cuáles el faraón persiguió al profeta hasta el último momento fue debido a que llevaba consigo el Arca, que contenía dicho material superconductor.

Aunque aún se discute el tema sobre la mesa, la teoría Adnan Oktar sigue estando presente, sin embargo, el autor ha sido fuertemente criticado por especialistas.

Para éste autor y sus teorías, la evolución es una falacia, menciona que una prueba de esto es que los egipcios ya conocieran tecnologías energética.  Incluso este autor lanzó una campaña a principios de 1998 en contra del darwinismo, que consistió  en regalar miles de copias de su libro titulado “El Engaño de la Evolución” a cientos de universidades.

Tan seguras son las aseveraciones del Adnan Oktar, que el 28 de septiembre del 2008 anunció públicamente una millonaria recompensa a quien le entregara un fósil o alguna otra prueba del eslabón perdido.

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Hermann Gil Robles

Director de Inbound Marketing en Diis Mkt. Especializado en periodismo on-line con enfoque en arquitectura de información. Catedrático en el Tec Milenio y narrador. Autor de los libros: No hay buen puerto, Fuera de la Memoria, Los Sueños de los Últimos Días, La Ciudad del Olvido. Obtuvo el Premio Binacional de Novela 2016 Frontera de Palabras / Border of Words.

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