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El Mercado Juárez

El Mercado Juárez

El Mercado Juárez, ubicado en el centro de la ciudad de Monterrey, es un lugar de tradición donde los regiomontanos acuden a realizar sus compras de abarrotes, alimentos, talabartería, o simplemente van a comer. Se empezó a construir en diciembre de 1907 entre las calles de Ruperto Martínez, Aramberri, Guerrero y Juárez, y se inauguró el 2 de abril de 1909 por el entonces gobernador del Estado general Bernardo Reyes y el alcalde de Monterrey Pedro Martínez.

En el sitio en donde actualmente se ubica este mercado, se encontraba la Plaza de las Capuchinas, que años después cambió su nombre por Plaza Juárez, la cual fue sede de numerosas ferias, circos y carpas de variedades.

A principios del siglo XX se construyó el primer edificio del Mercado Juárez. Sin embargo, para desgracia de los primeros locatarios, en los alrededores del mismo sólo había calles sin pavimentar y era una zona semi-deshabitada. La terrible inundación de 1909 agravó la situación, por lo que tuvo que cerrar sus puertas. Hacia 1910, en el marco de los festejos del centenario de la Independencia, se instaló dentro de este establecimiento la primera Exposición Industrial y Comercial, donde se exhibían artículos regionales. Terminado el evento, el mercado nuevamente abrió sus puertas y coincidió con el inicio del desarrollo comercial de los alrededores, como la instalación de la Fábrica de Chocolates La Popular.

En un principio, el Mercado Juárez se distinguía por vender artículos de fierro. De hecho, la mayoría de sus locatarios ofrecían tubos, refacciones, materiales eléctricos, sombreros de fieltro, curiosidades mexicanas, ropa, novedades, carnicería, frutas y legumbres. Hacia 1946, solamente un local, el de la señora Josefa Blanco, ofrecía yerbas medicinales. Los locatarios mantenían una junta de mejoras para el mantenimiento y la belleza del lugar. Un ejemplo de esto se dio en el año de 1927, cuando se invirtieron 70 mil pesos en obras para la reparación de los techos, el aspecto general y la impermeabilización. En este año se instaló un bebedero para uso público.

Hacia 1960, el edificio que albergó al antiguo mercado fue demolido para dar paso a la construcción de uno nuevo, este último sería remodelado durante la administración municipal de 1991-1994, y es el que conocemos hoy en día.

En la actualidad, en sus instalaciones encontramos muchos comercios de yerbas medicinales, flores, artículos domésticos, carnicería, comidas, dulces tradicionales, boticas, materias primas para cocina y artículos de creencia popular. Sobreviven algunos locales de utensilios de fierro como recuerdo del primer giro del mercado. Aunque el edificio es muy reciente, los olores, las mercancías y los pasillos recuerdan el mercado de antaño y la manera de comprar del regiomontano.

Fuentes consultadas: