Anuncio impreso que pertenece a la Colección Impresos II, Volumen 27, Expediente 6, Folio 3, y contiene un comunicado de la Compañía Siliceo, quien se dispone a ofrecer una fiesta en el Teatro del Progreso de Monterrey dedicada en honor a la victoria que el General Mariano Escobedo obtuvo sobre las tropas imperialistas de Miguel Miramón “el Macabeo” en Santa Gertrudis, y que abrió paso al Ejército del Norte para el sitio de Querétaro y la posterior captura del Emperador Maximiliano.
“TEATRO DEL PROGRESO
COMPAÑÍA SILICEO
DOMINGO 10 DE FEBRERO DE 1867
GRANFUNCIÓN DE REGOCIJO
DEDICADA AL PUBLICO NUEVO LEONES EN GENERAL, EN CELEBRIDAD DEL
BRILLANTE TRIUNFO QUE HAN OBTENIDO LOS VALIENTES GEFES
DEL ESTADO, CIUDADANOS GENERALES
MARIANO ESCOBEDO
JERÓNIMO TREVIÑO
Y CORONEL
PEDRO MARTÍNEZ
GEFES OFICIALES Y TROPAS DE SU DIGNO MANDO, A FAVOR DE LA LIBERTAD
POR EL GENERAL MIRAMON.
¡Gloria á la República Mexicana! ¡Gloria al bizarro Ejér-
cito del Norte! ¡Viva la Libertad! ¡Viva la Independencia!
A LA LIBERTAD.
Árbol santo sé tú ya la prenda Que tu sombra benigna apacible
De esperanza y de dicha futura, Sirva el viejo guerrero de abrigo
Tu follaje de eterna verdura Puede el pobre en tí hallar un amigo
Nuestros hijos muy pronto verán. Y todo hombre un hermano encontrar.
Ese número que escribe la historia
Su alto nombre grabará en ella;
Cual el mundo será su memoria,
Y su página será ya la más bella;
Pues más grande y más llena de gloria
Brillará cual del Norte la Estrella.
Un día de gloria, de regocijo, debe ser para todo mexicano, éste; en que nuestras armas han alcanzado tan brillante y completo triunfo, y mucho mas para los hijos de esta capital, por ser sus compatriotas los que se han coronado con el laurel de la victoria, añadiendo á su Estado, un nuevo blasón que recuerde a la nación entera, lo mucho que debe á los denodados soldados del Estado libre de Nuevo León: en tal virtud, y queriendo que esta noche sea todo risa y alborozo, he dispuesto una variada y divertida función en que la concurrencia no demuestre mas rostros risueños y llenos de alegría; espero por lo tanto, que la función cumpla mis deseos y que llene el delicado gusto de la concurrencia que es á cuanto aspira vuestro servicio.
ANTONIO SILICEO”