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LOS INICIOS DEL CINE EN MONTERREY

LOS INICIOS DEL CINE EN MONTERREY

El primer cine en Monterrey establecido en 1898 fue El Fausto, que durante la primera década del siglo fue un importante centro de reunión familiar. En él se exhibieron cintas con los más famosos artistas del momento, como Max Linder, Susana Grandais, Salustiano y otros, crónicas como las de José P. Saldaña refieren que eventualmente, estas funciones eran acompañadas por un pianista.

 

Otras compañías cinematográficas  visitaban la ciudad exhibiendo sus “vistas” en diversos sitios, como plazas públicas, calles, carpas de variedades, o en los teatros ya establecidos en Monterrey. Por ejemplo, en mayo 1898 se presentó en la ciudad La exposición imperial, espectáculo de “vistas fijas” que había llegado a la capital desde 1895. Meses después, en octubre de 1898, Monterrey fue visitada, durante varias semanas, por una compañía de cinematógrafo que exhibió con gran éxito imágenes en movimiento.

 

El primer cine en la ciudad, establecido formalmente con un local y equipo técnico necesario, fue el del Salón Variedades Progreso inaugurado en 1910. Este salón contaba con una orquesta permanente que acompañaba todo tipo de eventos sociales, incluyendo el cinematógrafo. Neira Barragán en sus crónicas llama “gran orquesta clásica del cine mudo” a aquella que trabajó por años en el Teatro Salón Variedades.”

 

El Semanario Renacimiento, que publicó sus números entre 1904 y 1910, registro diversas noticias del cine en la ciudad. En noviembre 12 y 19 de 1905, se anuncia la compañía de Carlos Mongrand y su cinematógrafo con “vistas fijas y en movimiento”. Y los anuncios y crónicas se siguen.

Cine Elizondo al fondo sobre la calle Zaragoza 

Durante la época del cine mudo en Monterrey, las cintas cinematográficas venían acompañadas de la música escrita y el director de la orquesta debía leer algunas indicaciones para ejecutarse.

 

Las primeras décadas del siglo fueron rubricadas por las orquestas de cada cine de Monterrey. Algunas de las más importantes de esta época fueron la del Teatro Obrero, dirigida por el pianista y compositor Casimiro Rodríguez, la del Teatro Zaragoza dirigida por el profesor Teódulo Velázquez; y la ya mencionada orquesta del cine Variedades, dirigida principalmente por el maestro Alberto Barrón.

 

Al iniciar la década de los treinta, Monterrey tenía un vasto número de cines y teatros, los más importantes eran los teatros Rodríguez, Independencia, Variedades, Zaragoza, Obrero, Lírico,la Terraza BernardoReyes, los cines Escobedo, Anáhuac, Gloria Nacional, Cosmos, Madero y Acuña, el Teatro Monumental (sujeto a concesión especial otorgada por el Congreso del Estado) y el cine Edén (destinado a salón de patines). Para entonces el cine sonoro ya había hecho su debut y se enraizaba e la industria cinematográfica y en la sensibilidad de los cinéfilos. La relación cine-música viva había terminado.

 

Después del nacimiento de otros cines y terrazas, la autorización para la edificación de los cines Monterrey y Reforma, en la década de los cuarenta, dos monumentos a la opulencia espacial que permitirían reuniones masivas para espectáculos artísticos, marcó la vértice en la construcción para el entretenimiento urbano y el inicio de una nueva época en el uso de los espacios cinematográficos.