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Gabo y Buñuel: la combinación fallida.

Gabo y Buñuel

Era 1962 cuando Gabriel García Márquez, envió a Buñuel una sinopsis de comedia, entre alegre y surrealista, titulada: “Es tan fácil que hasta los hombres pueden”. El texto llegó a manos del cineasta, quien lo guardó en el archivero, esperando el momento oportuno para revisarlo, momento que nunca llegó.

En aquel entonces Buñuel ya era un cineasta consagrado, y Gabo, aunque ya había escrito algunas novelas como “El coronel no tiene quien le escriba”, aún no lazaba el título que lo llevaría a la fama mundial, “Cien años de soledad” (1967)

Puede que actualmente muchos seguidores de dos grandes genios del siglo XX se lamenten que no se haya dado la colaboración,  “En el caso de Buñuel, hacer una lista de lo que no hizo supone sumar más cosas de las que hizo. Él fue una gran influencia para nosotros, sobre todo en Gabo y en mí, que íbamos a verlo constantemente”, comentó Carlos Fuentes en relación al tema.

Así, Buñuel prefirió dedicarse a “El ángel exterminador”, película que filmaba en aquel entonces, y actualmente una copia inédita de “Es tan fácil que hasta los hombres pueden” reposa en el archivo del cineasta, custodiado por la Filmoteca Española.

La historia no filmada

Era una trama sencilla, donde tres chicas llegan a la capital desde distintos lugares de provincia ilusionadas con la noticia de que un tío solterón les ha dejado una fortuna. Así, las mujeres, que se habían sometido a grandes deudas para llegar a capital, se topan con la verdad: la única herencia que tienen es una gasolinera vieja situada en una calle poco transitada.

Se pudo haber tratado de un proyecto feminista, “el propio título lo indica”, comentó Javier Herrera, bibliotecario y experto en Buñuel.