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LAS COSAS QUE NOS INSPIRAN Los libros

Por Mariana García Luna

En vez de llegar a este mundo con mi torta bajo el brazo, yo lo hice con un libro en una mano.

No me recuerdo aprendiendo a leer, me recuerdo leyendo. Sí, lo sé, fui y sigo siendo un ratón de biblioteca. En los libros encontré tantas cosas maravillosas que el mundo a mi alrededor algunas veces me pareció insípido. Me encantaba vivir inspirada, siempre alimentando mi imaginación con todo aquello que leía. Al final toda esa lectura terminó por enriquecer mi mundo, porque cuando uno lee, ya sea por curiosidad, por cultura, por aprender, por entretenimiento, por apartarse de la soledad (o de la sociedad), sin importar los motivos, las recompensas de haber pasado horas metido entre las letras son enormes.

Mi intención en esta columna no es escribir sobre los beneficios que trae consigo la lectura, eso lo dejo al libre albedrío de cada quien. Yo pretendo reflexionar sobre lo inspiradoras que pueden resultar las historias que se cuentan en los libros; de los viajes increíbles que se pueden hacer desde el sofá, la silla, la banca en el parque, la cama y, sin ir más lejos, desde ese lugar a donde el rey va solo (o acompañado de un buen libro).

Pintar el mar en el mar con agua de mar; recorrer la antigua ruta de la seda desde China hasta Turquía; ir al fondo del mar igual que ir al fondo de un cajón; ser el escribidor de una historia que cuenta la historia de un escribidor que cuenta la historia de un escribidor; despertarse y encontrarse con que el dinosaurio seguía ahí; ir en busca de un padre a un pueblo fantasma para descubrir al final que el muerto es uno; ir al mundo del fin del mundo a salvar ballenas o vivir en una casa llena de espíritus.

Las historias que se cuentan en los libros son infinitas, porque infinita es la imaginación. Millones de letras surgen de las inspiradas conciencias de miles de escritores que, obsesionados por un oficio tan apasionante como duro, entienden que la escritura es el resultado de haber pasado por un filtro la idea que se tenía en la mente y los deseos que habitaban en el corazón. Entonces, una nueva vida nace.

Los libros son vida, son retazos del alma, copias al carbón de nuestros propios mundos llevados a la exageración, al minimalismo, al gozo, al sufrimiento, al exorcismo de todos los demonios y a la purificación de nuestro espíritu. Cada persona se dejará elegir por la historia exacta en el momento exacto, sólo para ofrecerle al alma lo que requiere en ese mismo instante. No es superchería; no es uno quien elige a los libros, son ellos quienes nos eligen a nosotros. No es casualidad que determinada lectura llegue a nuestras manos (o a nuestros ojos). El alma no se equivoca, ella quiere vivir inspirada y sabe, muy bien lo sabe, que un buen libro será el mejor instrumento para lograr esa inspiración.

Y a ti, ¿te inspiran los libros?…