Hoy lunes 3 de diciembre se conmemoran 185 años del fallecimiento del ilustre fray Servando teresa de Mier Noriega y Guerra, más conocido como el Padre Mier. Este deceso aconteció en las habitaciones de Palacio Nacional de la ciudad de México, en donde Mier se había refugiado para pasar sus últimos años de vida.
Reconocido como el primer regiomontano universal, Mier cursó sus primeros estudios en su ciudad natal, cuando tenía 17 años partió a la Cd. de México, donde vistió el hábito de la orden de Santo Domingo, continuó la carrera eclesiástica, hasta ser ordenado sacerdote. El 14 de marzo de 1790 recibió la licenciatura en Teología y después el doctorado. Ambos conferidos por la Universidad de México.
Fue siempre un estudiante destacado, de pensamiento independiente y liberal. Sobresalió en la oratoria, a tal grado que le llamaron “Voz de Plata”, pero justamente sus ideas y la claridad de su expresión fueron causantes de los graves problemas que iniciaron en su vida a los 33 años y que lo acompañaron el resto de sus días.
El 12 de diciembre de 1796 pronunció un sermón en honor a la Virgen de Guadalupe, pero sus ideas y conceptos fueron malinterpretados al extremo de señalarlo, por negar la aparición de la Virgen. Por ese motivo fue procesado y condenado a permanecer recluido diez años en un convento de España, se le privó del doctorado de predicar, enseñar y confesar. Así inició su procesión por toda Europa, algunas veces preso, otras fugado, pero siempre sufriendo crueles persecuciones y el más inhumano de los tratos.
Cuando logró fugarse de España, se dirigió a Francia, ahí conoció a Simón Rodríguez, maestro de Simón Bolívar. En 1804 viajó a Roma, donde el Papa le exigió someterse a la orden religiosa a la que pertenecía. Nuevamente regresó a Madrid, fue capturado y preso en Toribios de Sevilla en el mismo año, posteriormente escapó para ser capturado en Cádiz donde después de una nueva evasión se fue a Portugal, lugar donde permaneció tres años. Enterado del levantamiento de Hidalgo en Dolores, decidió trasladarse a Londres, Inglaterra; éste último país, fue su trinchera desde donde luchó por la libertad de México y del resto de los países americanos sometidos a la corona española. Entonces escribió La historia de la Revolución de la Nueva España, bajo el seudónimo de José Guerra, la cual fue editada en la Imprenta de Glindon en 1913. Cultivó también una estrecha amistad con Francisco Javier Mina y contribuyó con él en la organización de la expedición a México en 1917.
Cuando el Padre Mier regresó a México trajo con él una arma poderosa “La Imprenta”, pero no se sabe con certeza si transportó esa prensa desde Londres o si la adquirió en Estados Unidos. A la muerte de Mina, el brigadier Joaquín de Arredondo la condujo a Monterrey. Actualmente se conserva en el Museo Regional de Nuevo León, en el Obispado.
Fue diputado por Nuevo León en el Primer Congreso Nacional y desde esa tribuna, pugnó por la implantación del régimen republicano, pero fue procesado y enviado a prisión, y después trasladado a la cárcel de la Inquisición , de donde fue liberado en 1823. fue electo otra vez por Nuevo león, diputado al Segundo Congreso Nacional, ahí sostuvo que México en su organización política no llegara a los extremos del centralismo ni del federalismo.
Participó en la elaboración de un proyecto del “Plan de la Constitución Política de la Nación Mexicana, 16 de mayo de 1823”. Su contribución en la soberanía de México es invaluable, su vida de lucha y penurias le dejó muchos enemigos, pero también la admiración y respeto de los mexicanos deseosos de libertad y paz. Pasó sus últimos años en una habitación del Palacio Nacional, protegido por el Presidente Guadalupe Victoria. Murió a los 64 años de edad y sus restos fueron depositados en la Capilla de Santo Domingo.