En sesión del Consejo de Cultura Superior del Estado, fechada el 3 de diciembre de 1937 se acuerda que la participación de la UNAM en la fundación de la Escuela sólo abarcaría el pago de los sueldos de los profesores, por lo cual no tendría nada que ver con el aspecto técnico de la Escuela Nocturna de Bachilleres de Monterrey. Esto en la Preparatoria Número 3 UANL.
Antiguo edificio de la Escuela Normal Miguel F. Martínez donde por por poco tiempo fue la sede la Escuela Nocturna de Bachilleres
Finalmente es hasta el 8 de diciembre de 1937 cuando se inaugura oficialmente la Escuela Nocturna de Bachilleres en un acto que se efectuó en la Escuela Normal del Estado “Miguel F. Martínez”. Ante la presencia del doctor Ramiro Tamez Secretario General de Gobierno, Oziel Hinojosa, Bernardo Garza, Plinio Ordoñez, Óscar Decanini, entre otros en representación del Consejo de Cultura Superior de Nuevo León.
En esta magna celebración, no faltaron las palabras de agradecimiento para aquellos fundadores que se esforzaron al máximo para que esta institución abriera sus puertas a la juventud trabajadora de la ciudad. El doctor Óscar Decanini, como representante del Consejo de Cultura Superior de Nuevo León asintió las siguientes palabras en alusión a los miembros impulsadores de la Escuela Noctura de Bachilleres:
“El esfuerzo de los compañeros del Bachillerato Nocturno se coronará, y así son los deseos de la institución cuya representación traigo, con el más justo galardón: el éxito. Reciban ellos la sincera felicitación que por mi conducto se les envía y tengan la seguridad de que en el Consejo de Cultura Superior tendrá cabida todas aquellas iniciativas que, dentro de la Ley, tiendan a mejorar el más sólido y firme pedestal de la cultura estudiantil: la clase estudiantil (Ruiz Cabrera, 2009, p. 26).
El profesor Ricardo Villegas Ortiz fue designado primer director de esta naciente institución educativa, quien tuvo la honrosa consiga de mantener en la Escuela “la ideología del revolucionarismo mexicano”. Este logro gestado en 1937 por los trabajadores regiomontanos fue un triunfo en beneficio de la sociedad nuevoleonesa del presente y del futuro.
Por ello, la creación de la Escuela Nocturna de Bachilleres de Monterrey obedeció al proyecto de la educación social del sexenio cardenista. Esta escuela fue desde sus inicios una escuela progresiva, que no se conforma con esperar los resultados de un proceso evolutivo como si fuera un dogma, sino que quiere ser factor de progreso y motor de rápida aceleración en el desarrollo cultural, político, social y económico. La Escuela Nocturna de Bachilleres buscó siempre exaltar la personalidad humana y dar al individuo acceso a todas las actividades del país.