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“A fin de cuentas todo es un chiste” C. Chaplin

Chaplin

Chaplin

“La vida es una obra que no permite ensayos. Canta, ríe, baila, llora, vive intensamente antes de que el telón baje, sino la función termina sin aplausos” Charles Chaplin

No existe mejor persona que pudiera apegarse a esta frase que su propio autor, sólo así puede ser descrita la vida de Charles Chaplin. En un día como hoy pero de 1889 nació en la ciudad de Londres, Inglaterra, el cómico más popular que se recuerda en el séptimo arte: Charles Spencer Chaplin, mejor conocido como Charles Chaplin.

Tal y como expresan sus palabras, la vida de este hombre siempre estuvo llena de episodios poco comunes que llevaron a este gran cómico adentrarse al mundo del cine y la actuación a una edad muy temprana. Muertes, guerras y otros sucesos desafortunados lo llevaron a viajar de ciudad en ciudad junto a un grupo teatral al que perteneció. Fue así que en 1914 debutó en cine haciendo pequeños cortometrajes, siempre mostrando una predilección humorística basada en su ídolo Max Linder.

“Mirada de cerca, la vida es una tragedia, pero vista de lejos, parece una comedia”. Apegado a su famosa y sabia frase, convirtió sus trágicas vivencias en la forma de hacer reír a la gente; paso de vivir una tragedia a crear millones de comedias. Fue así que nació su personaje más famoso: Charlot. El desarrapado vagabundo de singular bigote que siempre usaba bastón y bombín. Un clásico mudito que enfatizaba las emociones humanas y conquistó millones de corazones.

“Trabajar es vivir y a mi me encanta vivir”

Otra de sus célebres frases que engloban su vida. Grandes títulos como “Charlot vagabundo” (1915), “Charlot tramoyista de cine” (1916), “Easy street” (1917) o “El chico” (1921) nos llenan el paladar con actuaciones de gran éxito y trascendencia. Pero su carrera no terminó ahí sino que se transformó para llegar a ser productor otras grandes obras maestras.

Entre los títulos más sonados se encuentra “La quimera de oro” (1925) o la tan alagada película “El circo” (1928), “Luces de ciudad” (1931) o el singular cortometraje acompañado de composiciones musicales titulado “Tiempos modernos” (1936). Todas ellas llenas de éxito.

Durante este tiempo supo sortear grandes y numerosos escándalos en referencia a su peculiar y colorida vida amorosa, que culminaron en nuevos éxitos cinematográficos. Por lo que en 1940 dirigió la película “El gran dictador” que se caracterizó por ser su primer cortometraje en cine sonoro, algo que nunca antes se atrevió a hacer pues consideraba que se desdibujaba el arte de los cortometrajes.

“El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto”.

Y fue así que este gran cómico vio como el sol comenzaba a ponerse en su vida, dejando un legado de risas, música, enseñanzas y emociones en los espectadores. Este peculiar hombrecillo que con bigote y bombín te invitaba –y aún lo sigue haciendo- a que dejes las presiones a un lado y disfrutes la vida, “A fin de cuentas, todo es un chiste”.