Diario Cultura.mx

LAS COSAS QUE NOS INSPIRAN: Compartir

Compartir no es solamente repartir, dividir, distribuir algo en partes, como lo menciona el diccionario; el arte de compartir va más allá de dejarnos incompletos. Su verdadero propósito es dar algo que tú tienes y que, posiblemente, el otro no, pero que al darlo, en vez de quedarte sin nada o sin una parte de ese algo, no sólo quedas completo, sino que aquello que compartes aumenta.

¿Parece trabalenguas?… Pues no. El amor, la amistad, los conocimientos, la alegría son ejemplos precisos de que dar no es igual a despojarse de algo. Puedo compartir mi plato de comida contigo, y sí, probablemente me quede con medio pollo y con un huequito en el estómago, pero la satisfacción de haber menguado tu hambre me dejará completa.

Hay muchas cosas que podemos compartir a diario con nuestros semejantes: momentos intangibles, espontáneos, serenos, eufóricos; situaciones perfectas, imperfectas, nostálgicas, jocosas; hechos únicos, irrepetibles, espectaculares, inverosímiles… lo maravilloso es saberse dar para estar realmente ahí.

Compartirnos con otros como si se tratara de compartirnos con nosotros mismos es la clave para expandir lo que somos. Si yo soy amor, me siento amor, me lleno de amor y expando ese amor hacia los demás: comparto mi amor.

Si me siento inspirada y extiendo hacia fuera esa inspiración, con suerte más de uno se inspirará.

El secreto de compartir se encuentra en que no se puede dar lo que no se tiene. Primero hay que cultivarlo dentro de uno, para después ofrecerlo al resto, sin importar que ese “mi mundo” esté constituido únicamente por un perro, un gato y un vecino metiche. Eso es lo de menos. Mientras más tengas para compartir, más personas o situaciones llegarán a tu vida para que lo experimentes con frecuencia. Entre más das, más recibes.

Debo confesar que hasta hace poco comprendí el verdadero significado de compartir (o por lo menos lo que para mí tiene sentido como verdadero). Compartir mis conocimientos con otros (doy clases de escritura creativa), no sólo hace que me sienta útil, sino que me ha inspirado. “Darme” es una de las experiencias más enriquecedoras que he vivido, porque entre más comparto lo que he aprendido, más recibo: la felicidad de la gente es la mejor retroalimentación.

Sé que eso de “darse” puede atemorizar. “¿Cómo voy a andar ‘dándome’ por la vida, cuando el mundo está como está?”… Precisamente por eso, porque no hay mejor momento que éste que estamos viviendo, para comprender, para ejercer nuestra libertad y nuestro libre albedrío de elegir de qué lado queremos estar. Recuerda que sólo hay dos bandos: el del amor o el del miedo.

Compartir puede ser el camino para empezar a cambiar nuestra mentalidad, puede ser el pretexto para sentirnos constantemente inspirados, y qué mejor manera de vivir la vida que ir esparciendo por ahí pensamientos de inspiración.

Y a ti, ¿te inspira compartir?…