Y puso el dedo en la llaga: “ante la falta de referentes culturales, los jóvenes, se van hacia la lectura de los comics de superhéroes, eso provoca un desarraigo popular grave, cada niño ganado por superhéroe es un niño perdido para los autores que están queriendo hacer cosas con identidad arraigado a nuestra realidad nacional”. Y hace un crítica a sus colegas: “esté pasando lo que esté pasando en el país, es tan claro y tan vivo, y que lo ignoremos por estar hablando de superhéroes y manga me parece una negación de la realidad aberrante. No veo mal que se consuman, en la cultura nada es malo, lo que sí es terrible, una barbarie, es recibir eso sin tener “anticuerpos” ante este tipo de elementos. Yo he visto de todo, pero ya estoy curtido”.
El mercado le ha pedido producir superhéroes pero “estoy ya demasiado consciente de cuál es mi realidad social, cual es el país en el que vivo, algo me hace sentir un poquito avergonzado ante este tipo de propuestas, no porque sea malo, sino porque lo que yo debo de hablar no es de la realidad que me dice el imperio, la hegemonía cultural. Debo hablar de lo que yo crea, bien o mal, eso lo tenemos mucho la generación de los nacidos de antes de los setenta”. También comentó que la primera batalla que se tiene que librar es el de la mente. “Si nos colonizan la mente, nos colonizan el bolsillo, la economía y la realidad. Te hacen ajeno a ti mismo, cuando te ganan la batalla de la mente, ya dejas de ser tú, te pueden sembrar en la mente deseos que no son tuyos. Estas cuestiones sobre pensar, de ganar autonomía intelectual y emocional es parte de la guerra cultural. Perdemos constantemente esa guerra, es lo que nos ha pasado”.
Consideró que en la ciudad de Monterrey no se va encontrar actualmente una estructura cultural o editorial con identidad, “eso se hizo en los noventas en México con gallito cómics y el taller de perro, los cuales formé parte, y en su mejor momento fueron el referente de una lectura, no nacionalista, porque suena a demagogia, sino una lectura de la realidad mexicana, de identidad propia. Aquí en Monterrey hay que empezar hacerlo de la nada, desde cero, tocando puertas y es una chamba de toda la vida, en el que te vas encontrar gente afín en diferentes áreas y así se va formando la red”. “Puedes hacer cualquier propuesta, por ejemplo, un libro de ciencia ficción, de la manera más honesta posible, pero lo demás ya no depende de ti, nada te garantiza un gran éxito, pero cuando ves que algunas gentes se interesan en tu obra y la leen, es una gran emoción impagable, ahí ya se justificó todo: lo que le invertiste de lana, que no estés cobrando etc. Finalmente José Quintero sostiene que aún en estas condiciones difíciles de México se puede producir cultura. “Actualmente se necesitan pocos recursos, y teniendo el recurso de la web, ya con eso tienes, lo demás es corazón, cerebro, técnica y muchísimo trabajo, ahorita es un buen momento. Hay que apostarle a los jóvenes, pero también al talento maduro y de experiencia, hay que saber rejuvenecer, si piensas “esto puede mejorar, cambiar o transformarse” la mente abre esa opción de futuro”. Hay que dejar que las cosas caminen solas. La buena noticia es que todo lo que hagas es para bien, y se va sumar, al final tendrás mucho material que se fue produciendo en el proceso, y vas ganando seguridad, técnica y oficio”. Al término de su conferencia fue invitado a una presentación de su obra en la galería Graficante.