En la portada del libro Los juniors del poder de Francisco Cruz Jiménez aparecen los chupones de oro que se les otorgan a nuestros hijos de la realeza.
Francisco Cruz Jiménez nos presenta impávido su último libro titulado Los juniors del poder un libro en donde se mezclan la ficción con la realidad exponiendo a los verdaderos dueños del país, tanto por sus posiciones dentro del gobierno mexicano, como por el dinero de recursos públicos a los que tienen acceso.
Cruz Jiménez, periodista y autor de El Cártel de Juárez (Temas de hoy, 2008), pone sobre la mesa un tema fundamental en la política actual mexicana: los hijos de expresidentes, gobernadores, caciques sindicales o líderes de partido. Estos pequeños príncipes son quienes se aferran a sus privilegios y quienes con su apellido manipulan a todo aquel que interfiere en su camino: Del Mazo, Zedillo, González Torres, Labastida, Gordillo, Ruiz Massieu, Madrazo, Salinas, Lozoya, Gamboa, Beltrones, etc., son algunos de los apellidos que se encuentran dentro del libro.
La intención del periodista es poner en perspectiva a los círculos del poder de quienes siempre obtenemos información fragmentada, en todos sus libros, explica, trata de reunir toda la información que logra compilar acerca del tema que tratará.
Realiza una investigación de campo y una documentación. Principalmente platica con los boleros o con los taxistas que trabajan cerca del palacio municipal, “son personas que de alguna manera son periodistas naturales”, explica Francisco Cruz quien fungió como subdirector de edición y redacción en Notimex. Son personas que para el gobierno, o para la gente en general son invisibles, pero ellos en su cotidianidad, unen historias que se desarrollan en los alrededores del palacio o instituciones de gobierno.
Con un arma tan eficaz como lo es el lenguaje, el autor de Los juniors del poder, intenta mostrarnos una decodificación que él ha realizado sobre la maquinaria de los círculos priistas, “estas son las historias, algunas descubiertas, otras por descubrir, de una elite que cree, con fe ciega, en el derecho de la sangre” menciona en la contraportada de su libro.
Con certeza más que con ilusión, Francisco dice que se debe escribir con calidad, algo que ha intentado hacer en todos sus libros, además de mostrar la gama de situaciones políticas, que nos han sido escondidas o troceadas, de alguna manera para que no podamos descifrar la situación general en la que se encuentra nuestro país. Su forma de exponerlo ha sido tan sólida y digerible que hasta la fecha sigue vendiendo su libro El Cártel de Juárez, y no espera menos de éste.