Termina febrero de 2015, deja una estela literaria interesante en nuestra ciudad; inició con el informe de actividades de Papeles de la Mancuspia bajo el comando del escritor Fernando J. Elizondo realizado en la sala Alfonso Reyes de la Casa de la Cultura de Nuevo León, la cual se llenó. Entre las mancuspias de 2014 obsequiadas al público destaca un número especial sobre la historia de esta revista, con gráficas e información minuciosamente elaboradas.
Es también digno de mención la labor de promoción literaria del “Taller el nudo”, presidida por el incansable escritor José Julio Llanas, quien nos presentó en la sala del segundo piso de la Biblioteca Central Fray Servando Teresa de Mier, la conferencia de la maestra y escritora Nora Lizet Castillo Aguirre “Las mujeres en la literatura nuevoleonesa”. Y en el marco del primer aniversario de la casa de Biblionautas de Dalina Flores Hilerio, se presentó la charla “El camino del escritor” por Felipe Montes. Destacan también las presentaciones y talleres de Terraza 27, Pérez-Sepúlveda Centro Cultural y Felipe Montes Fábrica Literaria.
No quiero pasar desapercibida la plática “Ciencia ficción: más allá del auge y la especulación” de su servidor Fernando Galaviz, en la biblioteca de la UDEM dentro del ciclo “Café literario” de Rosa Rodríguez. También participé en una plática literaria en la Universidad Metropolitana de Monterrey (UMM) para los estudiantes de Comunicación, invitado por la maestra Carmen Alanís.
Las lecturas literarias en las calles de nuestra ciudad son cada vez más copiosas, sí, hay voces críticas al respecto, y habrá escritores que sólo van a leer en las presentaciones de sus publicaciones y en las ferias de libros. Claro, leer en los espacios culturales de esta ciudad o en bares y restaurantes no te hará buen escritor, es definitivo, eso lo hará el trabajo, estudio y la creatividad individual. Las lecturas en estos sitios urbanos son importantes porque contribuyen a enriquecer y fomentar la diversidad de opciones en poesía y narrativa. La lectura de obra es complemento a la difusión del trabajo del artista, algunos llaman a esto “expresiones culturales”, estos eventos son la oportunidad de acercar a la gente a las obras literarias de nuestros escritores, independientemente de su trayectoria. Son en esos espacios incluyentes, donde las personas se detienen un rato en esta turbulenta vida, para apreciar esas diferentes voces, donde seguramente les gustarán algunas propuestas, las cuales seguirán en el futuro.
En este rubro, se destacan las lecturas de Bistro Galería, en un Barrio Antiguo poco a poco renovado de piel. En el tradicional café nuevo Brasil en el ciclo “Escritores emergentes” organizado por Jesús Sergio Garza Morúa y el colectivo “Caja de Pandora” cuyo objetivo es abrir un espacio a los escritores subterráneos dispersos en la jungla literaria, este mismo colectivo hizo acto de presencia en unas lecturas a los alumnos de secundaria y prepa en la feria del libro del Colegio Regio Cumbres.
Destacables también las lecturas del primer viernes de cada mes organizado por el colectivo “De carne y verso” en la Unidad Cultural Arquitectura en el Barrio Antiguo, donde incluso cualquier persona puede leer en voz alta poesía no propia, de autores favoritos. Merece también mención las lecturas eróticas en “La noche roja” coordinado por Dany Cooper en el Kúndul Café.
Se realizó la lectura organizada en la plaza Hidalgo por el escritor Rafael Cárdenas Aldrete donde se presentaron los nuevos poetazos de Laura Elena Cáceres, Míkel F. Deltoya, Óscar Pedraza, Mónica Carrillo y su servidor; destacando Mónica quien interactuó con el público en un performance poético. Y por último la maratónica “Jornada literaria romántica” organizada por Antonio Sánchez R. en el interior del Museo Metropolitano de Monterrey, en pleno 14 de febrero, y donde hicieron lectura de su obra cerca de 40 escritores de nuestra ciudad.
