Los Hijos del Imperio, de Francisco Cruz, es una llamada de advertencia a los herederos de las empresas más poderosas de México. El autor considera que hay que criticar a los empresarios de la misma manera que a los políticos. A ambos los acusa de vivir encerrados en un mundo donde no hay crimen, pero sí guaruras. Son insensibles, dice, pero no pueden ser ignorantes de lo que acontece porque la situación les puede ser perjudicial.
Atrás quedaron los tiempos en que los empresarios eran aclamados y admirados por los habitantes de esta nación. La gente está comenzando a notar que vivimos en un raro Imperio, en donde la democracia ha tomado forma de dictadura perfecta, y los intereses de las grandes corporaciones están tras el trono de los políticos en turno. Imposible hablar de una separación entre estos bandos pues están coludidos.
Se remonta, entonces, a la época del presidente Manuel Ávila Camacho, donde los empresarios modificaron la agenda nacional a favor de sus intereses, sin embargo, él no niega que aún antes de ese gobierno los empresarios ya hayan tenido influencia en un personaje importante del ámbito político nacional.
Actualmente, continúa el autor, es posible observar como aquellos poderosos personajes se reúnen con los candidatos a un puesto gubernamental relevante para hacer tratos en lo oscurito… y para financiar las campañas de los mismos.
No se detiene cuando se le menciona el concepto del Poder tras el trono. Le platico sobre un reportaje relativo a la visita de los príncipes de Reino Unido, Carlos y Camilla. En éste, la reportera del canal de las noticias comenta que los príncipes y el Gobernador de Nuevo León, ex Rodrigo Medina de la Cruz, junto con su esposa; tienen amistades en común. En ese sentido, México es como una pequeña monarquía, un imperio. Un intento de democracia fallida.
Los Hijos del Imperio presenta datos que Cruz recabó en colaboración con personajes que prefirieron mantenerse en el anonimato y es que los temas que ha tocado en cada una de sus investigaciones no son fáciles de digerir, y menos en un país como México. Entre sus libros publicados se hallan títulos como Tierra Narca, Los Juniors del poder, Los Golden Boys y Las concesiones del poder; entre otros.
Francisco Cruz no se percibe a sí mismo como un escritor, sino como periodista. Explica cada una de las experiencias que lo han llevado hasta el lugar donde ahora se encuentra. Sus constantes viajes como corresponsal en Colombia; en la época de su peor crisis de violencia, confiesa, le cambiaron la perspectiva del mundo. Comprendió, entonces, que México no se convertiría en aquel país que le prometieron desde la época de Luis Echeverría, sino que sólo era una utopía, una esperanza.
Publicado por Editorial Planeta, este libro es una llamada de advertencia porque el autor considera que los empresarios han recibido beneficios del gobierno, pero a la vez se ven obligados a solapar su corrupción. En determinado momento, dice, la bomba estallará en sus manos. Los herederos de las familias Hank González, Garza Sada, Bailleres Gual, Salinas Sada, Slim Domit y Servitje Montull están obligados a hacer algo frente a la situación que les ha tocado vivir. La razón para el autor es simple: Si la ciudadanía no se une para ejercer presión, ¿Quién más sino Los Hijos del Imperio para hacerlo?
