Cuando vemos una película, un programa de televisión o leemos una revista, se nos dificulta creer que una de esas personas no puedan ver el talento que poseen. Suena irreal. Sin embargo, la falta de fe en uno mismo es un problema cultural, un problema humano.
La sociedad en la que vivimos nos ha enseñado a creer en las demás personas, pero, no en nosotros mismos. Y cataloga a ésta acción, usualmente, dentro del espectro del egocentrismo. El reconocimiento de un potencial y un posible talento es inimaginable para unos, sin embargo, la comparación y la creencia de no ser lo suficientemente bueno, o buena, es algo más cercano a casa.
El libro indaga en temas que buscan la reflexión del lector; volverlo un ser más consciente. El objetivo del autor es que nos demos cuenta, por nosotros mismos, qué estamos haciendo con nuestras vidas; que seamos honestos ante nuestra realidad, ya sea buena o mala, y buscar el cambio. Liberarse de todas esas cuestiones aunque parezca difícil, dice Gascón, es fácil, y aunque parezcan fáciles, es complicado.
El fénix que llevas dentro garantiza sorprender a mucha gente, y el autor espera transmitirle al lector una lección que le costó aprender: que la gente haga las cosas con amor para ellos y para los demás. Ya que, el amor, es el máximo mensaje del libro.