Así como el ejercicio físico mejora la condición física, la mente necesita estipulación para mantenerse en buen estado, especialmente en los que ya avanzan en edad.
La buena noticia es que no hay que hacer grandes esfuerzos: estos nueve pequeños cambios en su día a día promete una vida con grandes resultados.
Hacer sólo una cosa a la vez
La moda como la multi tarea no se sostiene: se demuestra que el cerebro no es capaz de tomar dos decisiones a la vez. No puede trabajar al estar obligado a brindar atención, gotas de rendimiento y estresado. Para evitar esto, los expertos proponen enfoque de ocio en una sola actividad. Leer, cocinar o hacer manualidades mejora la concentración y reduce el riesgo de deterioro cognitivo en casi un 50%.
Práctica Neuróbic
Cepille sus dientes con la mano no dominante, tomar una ducha con los ojos cerrados o conduciendo guantes son “algunas maneras ingeniosas para engrasar los circuitos de atención”, dice el neurocientífico Lawrence Katz en su libro La mente despierta. Debido a que nuestro cerebro necesita estímulos inesperados para mejorar la memoria y el pensamiento lógico y creativo. Neuróbic es el nombre dado a estos ejercicios Katz, definido por él como “la realización de las tareas diarias de una manera un poco diferente.”
No te quedes sin hacer nada
Nuestros cerebros disfrutan las horas que dedicamos al gimnasio o correr, ya que proporcionan un suministro adicional de transporte de oxígeno de la sangre y los nutrientes. Ni siquiera hay que llegar al cansancio: como un artículo científico en 2011, treinta minutos de intensa caminata diaria son más que suficientes. Y en las personas mayores de 65, tres días a la semana de actividad física puede reducir el riesgo de demencia en un respetable 38%.
Come con la cabeza
El aceite de oliva, las frutas, las verduras de todos los colores, las legumbres y el pescado son la base de la dieta mediterránea, la alimentación de un modelo con grandes beneficios. Mientras que el exceso de azúcar puede dañar el hipocampo -centro de operaciones de memoria, la investigación reciente sugiere que un rico menú que incluye productos frescos y pescado al menos dos veces a la semana e incluso prevenir los síntomas de demencia.
Aprende idiomas o música
A medida que envejecemos, el cerebro se acostumbra a realizar las tareas que le son familiares, y tiende a ser aprovechado. Hay menos estrés, es cierto, pero esa calma, esa rutina no es bueno para las neuronas. El aprendizaje de idiomas es una excelente palanca y protege contra el deterioro cognitivo: puede retrasar la aparición de la enfermedad de Alzheimer por hasta cinco años. Un valiente quizá seducir más aprender a tocar un instrumento musical, una de las formas más exigentes y eficaces de estimulación mental, con efectos profundos y duraderos.
Abierto a los demás
Para fertilizar el cerebro, nada como conocer gente nueva, salir con los amigos o un chat: relaciones interpersonales ofrecen más beneficios que otros rescatados de revitalizar la mente, tales como técnicas de resolución de crucigramas o sudokus. De hecho, según un estudio sueco, los que viven solos o conservan pocos lazos sociales son 60% más propensos a desarrollar demencia.
Dormir como un bebé
Si no descansado adecuadamente por la noche, más probable es que afectaron nuestro estado de ánimo, la motivación, el juicio y la percepción de los acontecimientos. Y, más importante, vamos a fallar la memoria. Cientos de investigación sugiere que el cerebro no se apaga durante el sueño, que se dedica a fortalecer y recuerdos de archivo.
Aliviar la tensión
El estrés es un mecanismo natural, pero hace estragos entre la población occidental. En dosis excesivas, tiene consecuencias graves para la salud y, de acuerdo con un estudio realizado por científicos del Instituto Karolinska en Estocolmo, aumenta el riesgo de desarrollar demencia. Yoga, meditación aliado, es ideal para el descanso del entrenamiento mente y el cuerpo con efectos impresionantes desde el primer día.
Ríete de vez en cuando
La risa es, sin duda, una medicina eficaz: ejercitar los músculos, reduce el estrés y libera hormonas que contribuyen a una sensación de bienestar. Pero también una buena risa reactiva conexiones neuronales reactivos. Como se demuestra en un estudio realizado en Japón, los octogenarios que asistieron a una comedia tan sólo veinte minutos una vez a la semana y experimentaron notables mejoras en sus síntomas de deterioro cognitivo.
