Alcanzar la capacidad para crear algo fuera de nuestra imaginación es un reto tan grande que son pocos los artistas que lo han logrado. Es por eso que saber que H.P. Lovecraft murió en la pobreza es completamente devastador. Uno de los autores de terror más conocidos del mundo vivió precariamente, publicando sus obras dentro de lo que se considera “literatura pulp” (historias de ficción que se encasillaban en el mismo lugar que las historietas) y fue hasta después de su muerte que sus libros se convirtieron en un gran éxito que han influenciado a muchos de los grandes maestros del terror.
El cine y el imaginario de Lovecraft tienen una relación inusual. No es que los directores y productores no quieran llevar las historias de este genio a la pantalla grande, pero es debido a las bestias que Lovecraft creó que esta tarea es para muchos imposible. Guillermo del Toro ha expresado su interés por llevar a cabo uno de sus proyectos más amados, la adaptación del libro de “At the Mountains of Madness”. Con la producción casi lista, con Tom Cruise en mente para el papel principal, con James McAvoy como un papel secundario y James Cameron en la producción es increíble saber que las productoras decidieron cancelar el proyecto. De nuevo se regresa al punto de que el imaginario del autor es difícil, casi imposible de representar fielmente en pantalla, como si las letras fueran las únicas capaces de hacerle justicia al escritor que se caracteriza por monstruos metafísicos, conceptos más viejos que el tiempo y tan amplios como el espacio.
Lovecraft tomó los recursos científicos que la sociedad conocía en su época y gracias a ellos logró convertir el terror en algo incomprensible, en algo que se convertía en atmosférico, pues su obra es capaz de hacernos sentir que el universo está por aplastarnos sobrenaturalmente, lo cual resulta en una especie única de terror. Realmente el cine parecía incapaz de convertir la obra del escritor en una película, hasta ahora.
La productora Gearmark Pictures ha creado un espléndido cortometraje llamado “Harbinger”, inspirado en el imaginario de Lovecraft. Durante años el terror cinematográfico se ha visto estancado en la producción de películas que utilizan la misma fórmula; supuesto material de archivo o el típico rincón escondido del que sale algún monstruo que ataca a los protagonistas. “Harbinger” por su parte nos pone en la visión del protagonista. Gracias al empleo de una cámara Facerig el cortometraje tiene la esencia de un videojuego, pues todo se ve en primera persona.
Herbinger, en las historias de H.P. Lovecraft, es el nombre que también se le da a Ghroth, una especie de luna con un ojo rojo en el centro. Esta criatura viaja por el universo mientras canta su canción despertando a los “antiguos”. A pesar de esto, el cortometraje no hace uso de ese elemento y más bien hace uso de la atmósfera del escritor para hacer algo original. Un hombre con visiones apocalípticas junta todas las pistas que tiene y sale en busca de algo que lo ayude a prevenir que las visiones se conviertan en realidad. Así llega a una cabaña y es ahí donde el corto comienza.
Al comenzar el cortometraje se hace una invitación a disfrutarlo con audífonos puestos. Es altamente recomendable hacerle caso al video y experimentar el detallado trabajo sonoro del corto. Muchos saben que el terror es un trabajo atmosférico, pero lo que se logra en este corto tiene capas y capas de diseño de audio para hacer que te sientas dentro del personaje. El terror en primera persona es altamente eficiente en los videojuegos y puede que después de este corto, las grandes productoras decidan darle una oportunidad, pues lo que hizo el director Alexander Crews, junto a todo el equipo de Gearmark, te hará ver el resto del cine de terror como algo aburrido y anticuado.
Con información de Cultura Colectiva
