Una de las reuniones del proyecto 101 Libros se realizó este mediodía en las instalaciones del Museo de Arte de Sinaloa (MASIN). A ésta asistieron jóvenes de diversas edades, participantes de programa, con los libros que están leyendo y convivieron entre ellos, intercambiando opiniones.
101 Libros es un programa para lectores que ya tienen un bagaje inicial y que les cueste conseguir ciertos libros y les guste exigir más a sus lecturas; no es para formar lectores. El proyecto es promovido por Eduardo Ruiz Sosa y María Sastre y se financia con un presupuesto extraordinario del H. Ayuntamiento de Culiacán.
“La idea es traer 101 libros —la mitad vienen del D.F. y la mitad de España—que aquí no se consiguen o que un estudiante no se puede permitir porque cuestan 500, 600 o 100 pesos, y la idea es ponerles esos libros cerca para que los lean, que puedan hablar de ellos entre sí y que escriban reseñas”, comentó Ruiz Sosa.
Son 24 los jóvenes que forman parte del proyecto actualmente, de entre 16 y 26 años. Entre los libros se encuentran títulos de autores latinoamericanos como José Donoso, Clarise Lispector, Roberto Juarroz o Roberto Bolaño, así como provenientes de Europa y Asia como Danilo Kis, Goran Petrovick o Ismail Kadaré. La única condición, puntualizó Eduardo Ruiz Sosa, es que sean libros publicados, o traducidos, en los últimos 20 o 30 años.
“El proyecto va circulando. En la cuenta de Facebook hacemos un concurso con las fotografías que los chicos toman de las portadas de los libros cada vez que inician uno nuevo y vamos subiendo también las reseñas”, añadió.
Entre los jurados en los concursos de fotografías de los libros —en los que no se les pide nada más que la portada del libro sea legible— están fotógrafos y dibujantes locales, y el premio es un cuaderno artesanal hecho a mano.
La idea de emular el proyecto de la Beca al Lector que en su momento el promotor cultural Martín Amaral impulsó y que obtuvo muy buenos resultados.
“Desafortunadamente no se le dio la continuidad que merecía. Era un proyecto con mucha inversión a nivel estatal en el que trabajó durante mucho tiempo y que funcionaba desde 4° de primaria hasta universidad, con diversos matices dependiendo de la edad. En ese proyecto el lector seleccionaba los libros y los compraba él pero se veía ante la misma situación: las librerías de aquí tienen ciertas limitaciones, las bibliotecas lo mismo, entonces ¿cómo puede un lector expandir sus horizontes de lectura?”, explicó.
En el fondo la justificación del proyecto es que los lectores sean más exigentes con la infraestructura cultural: que puedan exigir mejores bibliotecas, mejores librerías, que se acostumbren a comprar por internet, pero principalmente que vean que los libros están en algún lado y que hay que buscarlos.
“Habíamos tenido diversas reuniones ya pero próximamente nos estaremos reuniendo en la sala de lectura para realizar un taller de reseñas y unas charlas con un narrador (, un ensayista (Francisco Meza) y un poeta (Óscar Paúl Castro). Se les explicará a los chicos cómo hacer reseñas de diversos géneros literarios. Estos serán a partir de mayo”, comentó.
Asimismo hizo énfasis en que Minerva Solano, directora del MASIN y jefa de Artes Visuales del ISIC, ha colaborado desde el inicio del proyecto y que mencionó que ella misma comprará 10 de los libros incluidos en la lista y los incluirá en la sala de lectura del museo donde se especifique su procedencia del proyecto.
