Se disputa el trono de la fantasía actual con George R. R. Martin. Nadie escribe sagas más extensas y complejas que él.
Los escritores de literatura fantástica tienen fama de lo que podríamos llamarlogorrea, esa inclinación incontenible por escribir sagas larguísimas, trilogías con miles de páginas, desarrolladas en mundos épicos en guerra dominados por la magia, y Brandon Sanderson (Lincoln, Nebraska, 1975) responde perfectamente a ese perfil. Su serie El archivo de las tormentas, por ejemplo -de la que ya ha completado dos partes; Ediciones B está publicando toda su obra en castellano- debería ocupar, cuando la concluya, diez volúmenes de la extensión -cada uno de ellos- de El señor de los anillos. Su imaginación, ya se ve, no tiene límites.
Sin embargo, Sanderson no es un autor cualquiera: nadie en la actualidad es tan prolífico («¡y juro por la Biblia y la tumba de mis abuelos que todo lo escribo yo, no tengo ningún negro!», exclama), y pocos pueden hacerle sombra en la cima de la fantasía adulta actual, con la excepción de titanes consagrados como George R.R. Martin y Patrick Rothfuss.
Hay que decir que Sanderson es varios escritores en uno. Tiene series de literatura juvenil, como Alcatraz -que es fundamentalmente un producto para niños-, El ritmatista o The reckoners, pero cuando se adentra en la fantasía densa y adulta supera en ambición y pulso a cualquier escritor de su generación. Su gran invento es el llamado Cosmere, «un conjunto de historias que se desarrollan en varios planetas de una galaxia muy pequeña, unidos por una fuerza de origen misterioso». Si Tolkien imaginó la Tierra Media y Martin copió la idea en Poniente, Sanderson ha imaginado un universo completo: cada planeta del Cosmere tiene su propia -y extensa-saga.
Por ahora, ha desarrollado las de Elantris -fantasía heroica al estilo de Anne McAffrey o Robert Jordan-, Nacidos de la bruma -ambientada en un mundo entre medieval y victoriano-, y el monumental Archivo de las tormentas, que próximamente podría convertirse en serie de televisión o ristra de películas producidas por Universal. «Por ahora, estoy trabajando con un grupo de guionistas para ver qué ideas surgen. Si el material es bueno, comenzaremos a trabajar en serio en la ficción audiovisual». Lo que, si todo sale bien, sería el esperado relevo a Juego de tronos.
Sanderson se esfuerza por ser disciplinado en las entregas -«escribo siempre que puedo, en aviones, hoteles o tiempos muertos, no soy rápido pero sí constante»- y en no ser previsible. «Quizá por eso mato a pocos personajes. ¡Es ya casi un cliché! Si alguna vez ves que muere mucha gente en un libro mío, será porque Martin ha entrado en mi casa y se ha colado en el ordenador». Y en el ínterin, millones de lectores le adoran.
