Título: El viejo y el mar
Autor: Ernest Hemingway
Genero: Novela
Páginas: 127
Reseña elaborada por: David Ernesto Villarreal Perez
Cuando elegí este libro no tenía muchas expectativas, es un libro corto llamado el viejo y el mar. En cuanto lo comencé a leer me fui dando cuenta de que este libro transmite varias virtudes a través de los personajes, especial mente del viejo pescador llamado Santiago. Este tiene fortaleza, es paciente, perseverante, valiente, humilde y optimista. La historia está muy padre y entre más leía más me gustaba.
La historia comienza con algo de optimismo por parte del viejo, este llevaba ya 84 días sin pescar y todos decían que estaba salado y lleno de mala suerte, tanto así que los papas de su acompañante, Manolin, ya no dejaban que lo acompañara a tratar de pescar. Manolin seguía ayudando al viejo llevándole de comer y llevándole carnada todos los días.
Por la mañana del día 85 el viejo se levantó muy temprano y fue acompañado por manolin hasta su bote. Ese día el viejo tenía la intención de hacer las cosas diferentes y adentrarse mucho más al mar, el viejo es muy perseverante y nunca se cansaba de intentar e intentar pescar, era lo que le gustaba.
Ya adentrado en el mar pasaban las horas y no picaba ni un solo pez. Después de un par de horas pico un pececito dorado que usaría como carnada. Pasó un rato más y el viejo seguía paciente, él sabía que para ser un buen pescador debes de ser muy paciente. Ya era la tarde cuando de pronto sintió que un sedal se tensó mucho y el viejo lo agarro fuertemente para que el pez siguiera avanzando y que poco a poco se fuera cansando. El viejo sabía que por la fuerza con la que el pez jalaba su pequeño bote era un gran pez.
El viejo tenía mucha fortaleza, cuando él en verdad quería algo siempre lo lograba y en verdad quería sacar ese pez costara lo que costara, paso toda la noche y las manos y la espalda del viejo estaban acalambradas, pero eso lo detendría a seguir. En el transcurso del día el pez lo sorprendió jalando con fuerza un par de veces, este no se cansaba de avanzar y alejarse más de la costa, pero al viejo no le molestaba alejarse, él sabía que sacar a ese gran pez le costaría mucho esfuerzo. Con los jalones que el pez seguía haciendo había sacado ya sangre de la mano derecha del viejo, también este ya estaba cansado y lo único que había comido era el pez dorado que estaba destinado a la carnada.
Pasó una noche más y el pez estaba comenzando a avanzar más lento. Al mediodía del día siguiente el pez comenzó a acercarse un poco al bote y el viejo aprovecho para acercar más el sedal, en eso el pez se acercó lo suficiente para que el viejo le disparara con el arpón y así fue, el pez que era un gran marlín de por lo menos 1500 libras comenzó a flotar alado del bote y el viejo lo amarró a este. Así comenzó su viaje de regreso.
La noche comenzaba y el viejo ya llevaba dos horas avanzando cuando un tiburón llego a atacar a su pescado y el viejo tuvo que demostrar su valentía por más cansado y adolorido que estaba le disparó con el arpón, unas horas después llegaron otros tiburones y los acuchilló, así fue con otros cuatro tiburones más. En total los tiburones se llevaron la mitad de la carne del pescado.
Eran las diez de la noche de ese día cuando el viejo por fin llegó a la costa y llego directo a dormirse a su choza que se encontraba a un par de metros del mar. Manolín lo fue a buscar muy temprano por la mañana ya que todo el pueblo se enteró del gran pez que estaba amarrado a su bote. El siempre fue muy humilde y respetuoso con el viejo y fue a buscarle comida para que se recuperara ya que el viejo estaba muy débil pero satisfecho con su presa y con su esfuerzo.
Este cuento me gustó mucho porque tenía un mensaje muy profundo que principalmente es que si de verdad quieres lograr algo cueste lo que cueste vas a hacer todo lo posible por alcanzarlo. Este es un libro que verdaderamente recomiendo.