Una palabra: hospitalidad

0

El libro de la hospitalidad, Edmond Jabès. Trotta: Madrid. 2014.

por Iván Rocha Rodelo

A todas las figuras del sueño, cristalinas,

que tú asumiste

en la sombra del lenguaje,

 

a ésas

les infundo mi sangre.

Paul Celan

 

Cada lectura que se realiza es la erección de un puente que une vitalmente el silencio y la polifonía, el exilio y el regreso. La lectura es abrir una herida intranquila sobre la piel de la duda. Se convierte en el motor de infinitos movimientos, de permanentes temblores cuyo centro únicamente es tangible a través de la palabra misma. El libro de la hospitalidad, del poeta egipcio Edmond Jabès, es la lectura de esos temblores, de ese caminar errante al que está condenado el ser humano, y cuyas huellas son dibujadas por la palabra, dejando testimonio de su andar, de su ausencia y de su nostalgia de unidad, unidad que solamente se consuma en el libro y desde el libro.

Schopenhauer escribía, en El mundo como voluntad y representación, que el poeta se «apodera de la Idea de la humanidad bajo el aspecto especial que desea expresar en el momento en que escribe, y lo que ante él se objetiva es la Idea humana, es su propio yo». Jabès, en  El libro de la hospitalidad, desnuda esa Idea schopenhaueriana que es expulsada al viento como un vapor lívido, inaprehensible, exento de ataduras. El lector que inicia su diálogo en las letras de Jabès se encuentra ya no ante un exclusivo yo, sino ante una interminable multitud, y aquel vapor esencial lo atrapa, lo lanza hacia una errancia que parece no tener fin. La Idea se convierte en el Libro: el Libro como la contraseña del silencio, el Libro como la muerte de la ausencia, el Libro como fuente de hospitalidad.

Jabès rompe con la idea de «poesía esencial»: no busca penetrar, a través de metáforas y alegorías, a la esencia de las cosas. Las palabras de Edmond Jabès dan cuerpo a todo aquello que no lo tiene, la mudez toma voz, se disipa la niebla y las cosas crean su propia esencia en el momento en que son nombradas: «La ausencia intenta producirse a sí misma en el libro y se pierde al decirse», escribe Jacques Derridà en La escritura y la diferencia, en uno de los ensayos que componen su libro, dedicado justamente al poeta egipcio. El libro de la hospitalidad es justamente la voz que nombra lo ausente, la fuente de esencia, que no es una cosa inmutable, sino algo voluble, algo inquieto, que únicamente la mano del poeta y su trayecto a través del Libro pueden capturar.

Jabès coloca al lector entre el misticismo y la filosofía, entre la poesía y el diálogo, o simplemente se zambulle en una laguna densa donde los cuatro (misticismo, filosofía, poesía y dialogo) dan color a las aguas, siempre penetrantes, de todo lo que se deja acariciar por la palabra y que transita sin ningún pudor a través del libro:

«Temer la palabra.

Por lo que es.

Por lo que puede.

Recurrir a ella.»

 El libro de la hospitalidad es también denuncia, es llanto, es la historia del Éxodo. Los campos de exterminio que la maquinaria Nazi hizo levantar en el siglo pasado dejan, aunados al terror, la pérdida y la segregación, miles de pisadas en la tierra que no pueden borrarse: son las pisadas de Moisés y su pueblo, son las huellas del extranjero, del eterno otro, del inexpugnable pueblo judío: «Soy extranjero, igual que Dios» escribe Jabès, «pero Dios es venerado y yo, perseguido.» Edmond Jabès, con el calor abrasador de su palabra, sitúa al lector en un estado de extranjero: la aventura (y desventura) mosaica no termina, se convierte en memoria, en poesía, se vincula inexorablemente con la realidad de quien lo lee. Todo un conglomerado de danzas, de imágenes siempre móviles, afluencias de ríos sin rumbo, sin destino: polifonía que desde la ruptura, es decir, desde el silencio, es ya el amanecer de la realidad. Es una poesía para vivir. Es el retorno nietzscheano hacia el fundamental inicio del ser humano, sin ropajes ideológicos ni políticos. Es el ser por la palabra y en el Libro.

Apuntaba Derridà que la lectura de Jabès era «pasión de la escritura, amor y resistencia de la letra, de los que no se sabría decir si su sujeto es el Judío o la misma Letra». La cercanía del poeta con el lenguaje bíblico genera, inevitablemente, esa duda: construye un espejo donde la escritura misma es observada en su estado más puro, pero sin abandonar esa perspectiva judaica. La Letra vive en la idea de Dios. Un Dios que es porque se nombra. Pero también es en la medida en que calla, puesto que su mutismo es terreno del poeta. Las letras de Edmond Jabès buscan transitar aquel territorio donde Dios ha callado: el de la realidad, el del ser humano desnudo y libre, el del extranjero eterno. Por eso, es el Libro la fuente de hospitalidad, el hogar, el sitio donde habla el individuo, y donde hace hablar aquello que, abrazado por el silencio, deambula entre el olvido y la memoria. Busca hacer patente el «filo sin sosiego» del que habla el poeta argentino Roberto Juarroz: el lenguaje; el ser humano y el mundo a su alrededor es, siempre gracias a él.

El presente texto forma parte de 101 Libros, un programa de promoción de la lectura auspiciado por el Consejo Ciudadano para el Desarrollo Cultural Municipal de Culiacán. La intención de dicho proyecto es acercar 101 títulos de la literatura contemporánea a un grupo de lectores jóvenes con el fin de ampliar los horizontes de cultura, los referentes literarios y el pensamiento crítico.

Share.

About Author

Redacción

Diario Cultura.mx es un periódico digital, independiente, que aborda la Política, la Cultura y la Historia desde una perspectiva profesional. Con una clara vocación de enfoque local, sin descuidar los hechos noticiosos que sucedan a nivel nacional e internacional.

  • Diario Cultura.mx

    Diario Cultura.mx es una revista que aborda temas relacionados al arte, la historia y la cultura, desde una perspectiva profesional y multimedia.

  • Financiarte

    Diario Cultura.mx se creó con el apoyo de Financiarte, es sus ediciones 2011 y 2013.

  • Diario Cultura

Diario Cultura.mx. Derechos Reservados. 2015. Todos los artículos son responsabilidad de sus autores. Aunque Diario Cultura.mx promueve la cultura y las artes, esto no significa que esté totalmente de acuerdo con las opiniones y comentarios que sus autores realizan.
Más en Artes, Literatura
Lightopia Artischocke Museo de Arte Contemporáneo
LIGHTOPIA, primer recorrido

Hoy 24 de noviembre de 2016 el equipo de DiarioCutlura.mx  tuvimos la oportunidad de dar el primer recorrido de la...

Cerrar
Array ( )