Las instituciones culturales realizan su parte para llevar la cultura y las artes a las poblaciones menos favorecidas, sin embargo, hacen falta planes específicos para canalizar productivamente a éste capital social.
En Nuevo León, la mayoría de las instituciones cuentan con programas encargados de llevar la cultura y las artes fuera de sus muros, y cumplen con el objetivo de ofrecer esparcimiento a poblaciones de bajos recursos, sin embargo, aún falta identificar y valorar a los posibles el potencial, ya sea de un individuo o de alguna manifestación artística cultural, e integrarlas a los planes oficiales.
Dentro estas instituciones se pueden mencionar al Conarte, Marco y a la Dirección de Cultura de Monterrey, que cuentan con programas como Marco Móvil, Cultura en Movimiento, Apoyo a Expresiones Culturales, etc, con el fin de descentralizar la cultura, además de sensibilizar y acercar a las poblaciones menos favorecidas al arte, cubriendo más de 10 mil beneficiados por mes.
Sólo en la zona metropolitana de Monterrey existen más de 2,500 colonias, donde en alrededor de 200 existe una alta incidencia de violencia intrafamiliar además de pandillerismos, con estos programas, se intenta minimizar estos datos, ofreciendo a la población espacios de ocio productivos como talleres de arte, espectáculos de teatro, danza, guiñol y conciertos.
Sin embargo la especialista en violencia familiar, Patricia L. Cerda Pérez considera que, aunque son actividades loables, sólo funcionan a cierto nivel, y que hace falta incluirlos como capital social, dándoles las herramientas necesarias, con el fin de que logren auto-sostenerse, divulgarse y producir como cohesión social.
Y resalta que “Estamos en un país donde todavía no vemos a la cultura como parte del capital educativo que tenemos que activar”.
En sí la integrante del Sistema Nacional de Investigadores, considera que hacen falta planes específicos que integren las expresiones culturales de estos sectores, y además se les de seguimiento hasta lograr su objetivo, “Planes para el desarrollo de esta cultura urbana, en muchas ocasiones sus bailes, sus poemas, sus danzas, están generando lecciones de vida para la urbe”, agrega.
Además, menciona que hay que ver esta población como una oportunidad, donde se identifique el potencial de cada individuo, como podría ser para bailar, escribir poesía o crear música y así “Lanzar programas educativos que forjen y consoliden estos talentos, y que sean absorbidos por el mercado productivo y convertirse en capital económico extraordinario”, recalca la también Doctora en Ciencias de la Información.
Patricia Cerda, sabe que han existido buenos intentos, pero fallan, tanto por falta de continuidad, como porque no se les ve como una cuestión integral. “También tiene que ver con políticas laborales, con la familia, de identidad, etc”, añade.
Además reconoce que los presupuestos son limitados “Ha y una crisis que nos ha golpeado y las instituciones culturales hacen lo que pueden con lo que tienen”
Para concluir, la investigadora comenta que se necesitarían varios esfuerzos para canalizar productivamente ésta población, por un lado las actividades que actualmente realizan las instituciones para el esparcimiento como conciertos, teatro, y otros eventos culturales; y por otro “ampliar esa perspectiva de llevar y traer, y buscar causes educativos para asimilar los talentos dentro de la estructura cultural y de arte urbano que tenemos”, finaliza.
Impacto Social de Instituciones Culturales en Sectores Vulnerables.
| Institución | Principales programas | Promedio de beneficiados por mes | Público a quiénes van dirigidos | Sectores a los que llegan. |
| Dirección de Cultura de Monterrey | Cultura en Movimiento | 4,500 beneficiados. | Hombre y Mujeres, generalmente niños y personas de la tercera edad |
Sectores vulnerables de clase media y baja. |
| CONARTE | Talleres de Cultura, Apoyo a Expresiones Culturales, Desarrollo Cultural Municipal. | 4,900 beneficiados. | Niños de 6 a 12 años, jóvenes, hombres y mujeres en reclusión, adultos mayores. | |
| MARCO | MARCO Móvil | 1,200 beneficiados. | Público infantil, adolescente, adulto y de la tercera edad. |
*Información obtenida de las diferentes instituciones.
¿Quién es Patricia L. Cerda Pérez?
Patricia L. Cerda Pérez,
Comunicóloga por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Licenciada y doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel II). Coordinadora del Centro de Investigación para la Comunicación de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Perfil PROMEP. Ha publicado más de 77 artículos de divulgación científica y es autora de 12 libros editados bajo la línea de análisis de la violencia, entre los cuales se encuentran la coordinación de materiales como: “Seguridad, Ciudadanías y Comunicación en las Sociedad de Incertidumbre y Riesgo: Investigaciones y Reflexiones”; “Violencia y Familia”; “Violencia y Ciudad”; “Análisis Situacional de la Violencia Intrafamiliar y Comunitaria en Nuevo León: Estudio Longitudinal (006-2008)”, “Bandas Juveniles Inmigración y Ciudad: España y México”; “El Suicidio en Nuevo León. Rutas, Teorías y Diagnóstico Integral. Estudio Longitudinal 2004-2010” y “Percepción y Realidad del Secuestro en Nuevo León”. En su trayectoria ha publicado 11 artículos en arbitraje; 24 capítulos de libro; obtuvo Diploma y Reconocimiento por Asesoría y Dirección a la Mejor Tesis de Maestría de la UANL 2009 en Ciencias Sociales, así como el Premio “Flama, Vida y Mujer 2014” en la categoría de Docencia e Investigación. Ha coordinado y dirigido 10 proyectos de investigación sobre análisis de violencia.
