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Diálogos de cartón

Lo que los personajes dicen en tu obra literaria es de suma importancia. Es una de las partes más importantes de todo el trabajo, ya que a través de él podemos conocer desde cómo se expresa el personaje, hasta partes importantes del desarrollo de la trama. El diálogo nos ayuda a avanzar la historia, a enterarnos de lo que piensan y sienten los otros personajes si nuestro narrador no nos lo permite, agrega cierto dinamismo al relato y nos ayuda a hacer de los habitantes de nuestros mundos seres multidimensionales.

Sin embargo, muchos escritores no le dan el cuidado apropiado a la generación del diálogo. Estas secciones en las novelas y otras narraciones se sienten secas, vacías, faltas de dinamismo… Es como estar comiendo avena humedecida en agua al tiempo. Es como escuchar una escena de alguna película terriblemente actuada, en la que te das cuenta que todos hicieron mal su trabajo y ahora estás tú observando el desastre y sintiendo pena ajena. Es encontrarte con un espacio que creías de tres dimensiones y que en realidad solo tiene dos. Es como tener una bolsa llena de panditas y que no te salga ninguno rojo… bueno, creo que ya entendieron la gravedad de la situación.

¿Debemos estar atemorizados frente al prospecto de escribir una interacción de este tipo? La respuesta es no. ¿Qué podemos hacer para escribir mejores diálogos? Podemos hacer alguna de las siguientes cosas:

  1. Conocer bien a los personajes
    Es impresionante la cantidad de autores que no conocemos bien a los personajes de los que estamos escribiendo y de quienes queremos tomar la voz. Primero que nada debes conocer a este ente lo más posible; debes ser más que su amigo, su acosador.  Debes ser ese al que le preguntan:

    -Tengo todo el dia buscando a Helena -comentó Pedro.
    -Son las cinco de la tarde, seguramente salió a comprar un té de la cafetería de la esquina. Si te apresuras te la puedes encontrar platicando con el barista, creo que está un poco enamorada de él -respondió Sandra sin levantar la mirada de su trabajo en la computadora.

    Tú debes ser como Sandra, debes saber las costumbres, la brújula moral de tu personaje, para que sepas qué lo enoja, qué lo hace reír, qué lo mueve, y que de inmediato sepas si soltaría una grosería o un eufemismo en respuesta a alguna provocación.

  2. Escucharlo en voz alta
    No sabes la importancia de leer el diálogo en voz alta. ¡No lo sabes! Hazlo, siempre que puedas. Si te da pena leerte a ti mismo, a mí me da pena que me oigan de loquita, así que pongo a mi fiel computadora a leerlo. Esa voz monótona que no perdona fallos de puntuación me ayuda a colocar comas y puntos y darme cuenta si en realidad suena enojado o feliz el personaje. Lo recomiendo mucho.Otro tip en esta área es que actúes el diálogo. Obviamente esto lo hago en la comodidad de mi soledad, porque si me da pena que me oigan leer, no quiero decirte cómo me pongo cuando me cachan hablando con mis personajes.De nuevo, la idea es que lo escuches fuera de la página. Pruébalo, ayuda más que nada.
  3. No expliques
    Nadie en la vida real se sienta a explicar cosas por horas, excepto en las situaciones específicas como una clase, ponencia o charla. Pero cuando estamos hablando de una plática entre colegas, de una pelea entre enemigos o de una confesión entre amigas, no te sientas a explicar cosas. Te pones a platicar lo relevante, de lo que tienes duda, lo que quieres analizar. Te guardas información que no quieres que los demás sepan. Si quieres explicar algo profundamente, mejor narra cómo el personaje investigó al respecto y lo que aprendió. ¿Quieres algo dinámico? Usa un diálogo.Piensa que tienes tiempo limitado para explicar esa interacción, como en el cine o en la televisión, y aprovecha cada palabra que los personajes están diciendo para conocer algo nuevo de la historia o del personaje.
  4. Avanza
    A veces nos encanta escribir escenas donde los personajes platican, solo por el gusto de hacerlo. Mi recomendación es que la escribas, es lindo hacerlo, pero sácala de tu texto. El diálogo te debe ayudar para avanzar la historia, avanzar el desarrollo de los personajes, avanzar, ¡avanzar!Debe estar lleno de verbos de acción, de cosas que se hicieron o se planean hacer. Un tip para que aprendas la importancia del diálogo y el avance es que leas un guion de televisión o cine; o mejor aún, lee una obra de teatro. En el teatro no hay más que el diálogo, es lo que nos mueve y hay que considerar la importancia de cada parlamento.  Cada línea te hace avanzar la historia, hace crecer a los personajes.
  5. Interrumpe con acciones
    Tres cosas muy importantes en este punto: la primera es que en el idioma español usamos el guion largo para denotar que alguien está hablando. Las comillas se usan en inglés. Así que ve y cambia todo eso en tu texto.La segunda es que cuando los personajes se ríen, no se pone un guion y se pone “jajajaja” (a menos que sea un “ja” porque hizo el sonido), se pone la descripción de lo que pasó. No es un chat.Y la tercera, no termines cada interacción con “dijo”. Es horrible ese dijismo. Mézclalo un poco, dinos si estaba enojado o feliz; o mejor aún: muéstranos. Dinos que tenía los puños cerrados y sus nudillos se estaban poniendo blancos, platícanos que la voz se le quebró al mencionar el nombre de su perro fallecido, muestra que efectivamente Patricia mueve sus manos para hablar diciéndonos los ademanes que hacía.

Espero que estos consejos te ayuden para mejorar tus diálogos. Hay muchos más, pero estos son los que más me han ayudado a mi a mejorar. Si quieres saber más o tienes alguna pregunta que desees que te responda (yo o cualquiera de las que participamos en la columna) mándanos tus dudas a la página de Silma en Facebook o por Twitter.