Ring de Vidrio se compone por una serie de novelas, cuentos y fragmentos que se rescataron en memoria de Zacarías Jiménez, el buen Zac, a quien conocí hace ya tantos años en el Centro de Escritores, con quien compartí mesas de debate, de lectura, de ponencia. Con quien trabajé y corregí más de cien borradores de Los Sueños de los Últimos Días, el Zac, una pluma veloz, certera, un ojo que encontró los errores en mis textos que jamás pude verlos por mí mismo. El tiempo nos arrebata, y a él se lo llevó una tarde que parecía cualquiera pero que a muchos nos caló desde los recuerdos.
El primero de los textos, Biografía Inconcluso de una Leona Herida (Una Novela Rosa), se narra la historia de el Chaco y la vida, siempre tan corta y fugaz, que tuvo con Gloria Balleza. Una historia de perros, de violencia y dolor. Una narrativa de hermosa brutalidad.
El texto hace fuerza por sí mismo y nos obliga a releer para darnos cuenta que el autor nos acertó un jab seco y ni siquiera nos habíamos percatado.
Aquí se cuenta la historia de Gloria Balleza —la Leona Herida —; de Benita y Patrocinia, las primas asesinas que, ante todo, desean terminar con la vida de una tía para quedarse con la poca fortuna que ha abandonado.
También tenemos a Nerón, un amigo de la familia, de esos que se cuelan por debajo de la puerta y terminan por quedarse con nosotros por lustros, un asesino de machete, como deben ser los buenos asesinos; Ismael Grande o Ismaelote, de cierta forma uno de los antagonistas de la historia, que, junto con su hermano, Ismael Chico, purgan la vida de Gloria en cualquier oportunidad visible; Tiburcio, que con cinturón en mano propina largas palizas a su mejor amigo.
Y es aquí, en este punto del texto, donde nos preguntamos, ¿cuántos hombres puede soportar una Leona Herida?, los necesarios para que llegue el indicado, aquel con quien se comparten poemas, cuentos, sueños, golpes, hijos y las piedras del costal que cada uno lleva a cuestas.
Esto es una historia de amor iracundo, un amor que se quema en las trincheras, una guerra con el pasado, contra los otros hombres, que a fin de cuentas son todos, incluyendo uno mismo. Aquí hay un dolor que no se irá jamás, aunque estemos muertos, el mismo dolor que seguramente se llevó Zac.
¿Debemos llamar a la suerte cuando ya todo esté perdido?, no, hace mucho que nos abandono.
Una Leona que para el buen Zac fue su novia, su amante, su madre y, ya en los últimos momentos, se convirtió en su hija.
Portada Ring de Vidrio
Tal vez lo que Zac terminó escribiendo aquí fue una suerte de pensamientos y personajes que creía olvidados pero que de una u otra forma necesitaba traer al vuelo, echarlos andar, entenderse con ellos antes de que se fueran o que, mínimo, lo acompañaran hasta el último momento y ahora caminan a su lado.
Aquí el dolor es una forma de unión, de entendimiento familiar.
Dentro del Ring de Vidrio de Leona Herida, tenemos una intertextualidad, es decir, un texto dentro del texto, se trata de una desgarradora obra de teatro, cuenta la historia de Mamá Osa, que hace lo imposible para no mostrar dolor mientras uno de sus oseznos le reclama cuestiones tan vagas como la obligación de hacer la tarea.
En la segunda novela del libro, Desmemorias de un Indocumentado, se amarran navajas con el olvido, es una huida a la locura, al desconcierto, un viaje comenzó lanzándose al agua y en un estadio de futbol.
Se trata de la historia de un indocumentado que va a probar suerte a Texas y termina encontrando lo que sigue de la soledad y la amargura, un mexicano que ya estaba arrepentido al salir del Río Bravo.
Por último, el compendio de cuentos, son una serie de textos en donde se huele el cobre de la sangre desde kilómetros de distancia. La violencia de Zac no son golpes inventados, son vivencias que le marcaron la piel hasta el último de sus días.
Un abrazo, mi Zac, que seguro ahora sonríes al lado de Gloria, tu Leona Herida.
- Autor: Zacarías Jiménez
- Diseño de Portada: Verónica Rodríguez
- Páginas: 254
- Editorial: Universidad Autónoma de Nuevo León 2017
