José Luis Cuevas fue un pintor, dibujante, escritor, grabador, escultor e ilustrador mexicano. Fue conocido como el enfant terrible mexicano por su particular manera de hacer arte, un arte capaz de salirse de todos los cánones de una época invadida por el nacionalismo que socavaba la creatividad y demandaba rendición de cuentas a un estado benefactor que complacía los intereses gubernamentales.
Fue uno de los impulsores más fuertes de la generación de la Ruptura en los 70, cuando los jóvenes conocieron el verdadero espíritu artístico y dejaron que su inspiración tomara a la escultura, el grabado, la pintura, dibujo y letras como una visión unificada del nuevo arte.
Su formación artística fue prácticamente autodidacta. Cuevas fue una de las principales figuras de la Generación de la Ruptura con el muralismo mexicano y uno de los más destacados representantes del neofigurativismo. Mediante el trabajo con la línea de gran ferocidad gestual, desnuda las almas de sus personajes retratando la magnificencia de la degradación humana en el mundo de la prostitución y el despotismo.
10 Datos que no conocías sobre José Luis Cuevas:
1. Como parte de sus protestas contra los muralistas de ese entonces y su quehacer artístico, realizó un Mural Efímero en la esquina de lo que hoy conocemos como Zona Rosa, barrio al que Cuevas le dio nombre: «Es demasiado ingenua para ser roja, pero demasiado frívola para ser blanca. Por eso es precisamente rosa».
2. Del mismo modo que otros artistas como Modigliani y Frida Kahlo, Cuevas tuvo una epifanía creativa después de estar internado en cama debido a una enfermedad. Tenía tan sólo 11 años y después de tener fiebres reumáticas y enfermar del corazón, dibujaba su vida representándola a través de cómics para desfogar toda la agonía que llegaba a sentir: ahí descubrió su pasión por el arte.
3. En 1955, tras exponer en París, Picasso adquirió dos de sus dibujos. Cabe destacar que el malagueño y Goya eran dos de sus más grandes inspiraciones.
4. Gracias a su hermano, quien era médico psiquiatra de La Castañeda, Cuevas logró acceder a éste psiquiátrico para retratar los rostros de los pacientes, quienes con locura y dolor lo inspiraron para una etapa en la que Cuevas se transformó en un artista oscuro que algunos califican como grotesco.
5. Daisy Ascher fue la única fotógrafa que lo capturó completamente desnudo. Más tarde, Cuevas le pidió en su columna del periódico Excélsior que las fotos no salieran hasta que muriera. Ascher también tendría los derechos de capturar el cadáver de Cuevas antes de ser incinerado, sin embargo, la fotógrafa murió en 2003.
6. Su primera esposa, Bertha Riestra, tomó una foto diaria del artista. Esta costumbre comenzó en 1955 cuando se conocieron y finalizó en el año 2000, cuando ella murió. A Cuevas le gustaba meditar sobre el paso del tiempo, la vejez y quería ver sus cambios físicos a través de sus retratos.
7. En 1979 exhibió su semen encapsulado en una ampolleta. Muchos, como la investigadora Lelia Driben, aseguran que este acto fue una extensión de su egocentrismo desmedido, otros, como Teresa del Conde, aseguran que simplemente era agua enjabonada.
8. Se casó 15 veces con su segunda esposa, Beatriz del Carmen Bazán. Según Bazán, «él dice que si pudiera se seguiría casando conmigo cada día, y yo estoy de acuerdo». Con rituales de comunidades como los yaqui, nahuas, huicholes, mazahuas, en una ceremonia masona, a bordo de una trajinera, en la Catedral Matropolitana y la última, su boda coatepeca, Cuevas y Beatriz afianzaban su cariño cada vez que querían. Según la revista Chilango, Cuevas intentaba romper el récord Guinness.
9. A pesar de amar el cine, saber elencos completos de diferentes cintas y poder decir diálogos al instante, Cuevas odiaba a Spielberg y George Lucas.
10. Cuevas pidió ser incinerado. No quería ser trasladado a la Rotonda de los Hombres Ilustres, en cambio, quería que sus cenizas fueran mezcladas con las de su segunda esposa, pues, aseguraba, su amor debía permanecer después de la muerte.