Casa Universitaria del Libro.
“Una casa de cuento”.
Recorrido guiado a través de sus espacios que nos llevan a la historia y a la arquitectura de la época.
Calle Padre Mier 909 esq. Vallarta, Monterrey.
Este domingo 11 de marzo dentro de las actividades del día del Patrimonio Cultural de Nuevo León tuvimos oportunidad de asistir al recorrido guiado por la Casa Universitaria del Libro UANL, Que ocupa el edificio de una vivienda antigua estilo Reina Ana, en la colonia Obispado.
La casa en cuestión ha sido remodelada y adaptada a las necesidades de la dependencia universitaria y en cuyo amplio jardín a la sombra de frondosos fresnos y palmeras se presentan espectáculos artísticos de Danza, Música, representaciones teatrales, lectura de libros y diálogos con el público.
La vivienda en sí fue construida en 1920 por el Arquitecto Eduardo Belden para servir como residencia de una pareja de comerciantes norteamericanos que en sus amplias habitaciones, terrazas y balcones vivieron desde esa fecha hasta entrados los 60’s cuando fue abandonada y posteriormente rescatada por la UANL para ser sede de la Casa Universitaria del Libro.
Al ingresar al inmueble se presenta una exposición titulada: “y pudimos escapar de las palabras” de la artista colombiana Yohanna M. Roa, la cual representa una alegoría entre mariposas decoradas de papel y los saberes de la ciencia.
Esta también la sala de lectura Carmen Alardín dedicada a la ilustre escritora y en la que pueden dedicar momentos de reflexión a tan basta obra literaria.
Molduras con figuras de niños y querubines adornan cada una de las habitaciones. En total son 3 pisos de la vivienda y un pequeño sótano que se usa actualmente como bodega.
No faltan las leyendas acerca del lugar, como en toda vivienda del siglo pasado, aquí se cuenta que: en las tardes frías de invierno de vez en cuando se aparecen unas manitas por las ventanas intentando entrar a la vivienda. Cabe aclarar que la pareja que habitó en este lugar no tuvo hijos.
Interesante charla que nos dió el guía Mauricio.
Y que el final nos invitó al jardín para apreciar un concierto de música norteña por parte del grupo tayer.
Tarde agradable en el día de Patrimonio Cultural de Nuevo León.
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