Al entrar en la sala oscura, comienza el recorrido de esta exposición titulada Cardiff y Miller, al igual que la pareja de artistas canadienses que la crearon, y que presentan por primera vez en México en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.
Avanzamos hasta acercarnos a la primera instalación, que está compuesta de una caravana vintage. En el interior se encuentran marionetas que cuelgan y rodean a una mujer dormida: la réplica exacta de la artista Janeth Cardiff. Esta obra es llamada The Marionette Maker ya que uno de los personajes que está dentro dibuja a las marionetas a la vez que él mismo es una de ellas.
Al mismo tiempo escuchamos música de Tchaikovsky de fondo, mientras los expositores nos cuentan un poco sobre la peculiar historia que vemos representada, sobre como la mujer parece estar soñando todo lo que el hacedor de marionetas crea en sus dibujos.
Seguimos avanzando por el corredor para entrar a otro cuarto y ver Conversation with Antonello, en donde los artistas hacen honor a la pintura San Girolamo Nello Studio de Antonello da Messina que reconstruyeron en un modelo arquitectónico tridimensional. Lo complementa una iluminación que cambia conforme los visitantes recorremos la pieza, además, tiene efectos de sonido que ambientan el paisaje en el campo.
Otra pieza con una temática un tanto más lúgubre es la llamada The Carnie, donde vimos un carrusel del que emanan música y luces. Las sombras pueden verse en la pared, lo que le da a un aspecto siniestro.
“Nos basamos en los hombres que trabajan en las ferias, ya que son un poco curiosos, y en los carruseles que más que divertir a los niños pueden llegar a provocarles pesadillas”, destacó la artista.
Atravesamos por los corredores que te hacen sentir dentro de un laberinto para llegar a Opera for a Small Room. Aquí se cuenta la historia de un hombre triste que llora incansablemente mientras escucha discos de ópera. Hay cientos de discos que están por todo el cuarto, antiguas bocinas y varios tocadiscos que tocan y se detienen sincronizándose entre ellos. También se escucha el sonido del alguien que se mueve dentro al que no podemos ver ya que solo podemos asomarnos un poco por las ventanas y las grietas.
Al entrar en el experimento en F#Major, se destaca que es más que nada sonora que se perciben unos altavoces de diversos tamaños que se encuentran arriba de una larga mesa que cuenta con sensores que se activen a medida que alguien se acerca. Los sonidos se vuelven una sinfonía caótica mientras más personas se acercan y suben de volumen, se intercalan entre sí y se difuminan hasta apagarse cuando nos alejamos de la mesa.
No cabe duda que su arte te lleva a mundos de fantasía y sueños, aunque tampoco dejaron fuera las críticas desde el punto de vista social y esto se manifiesta en the killer machine. Esta basada en la torutura por parte del sistema estadounidense en Irak y en la violencia político que se ejerce incluso hoy en cualquier país, incluido México. En la instalación podemos ver una silla de dentista donde al presionar un botón rojo un miembro de la audiencia, empiezan a moverse unos brazos robóticos que parecen estar experimentando hostilmente con un hombre invisible.
Los artistas como siempre revelaron un poco de donde viene su inspiración, y las razón por las cual se enfocan tanto en la parte sonora es porque para ellos penetra en todo tu cuerpo, te hace vibrar y finalmente eso te lleva a conectar emocionalmente.
Vivir en la ciudad es tan ruidoso que pones filtros para tapar los sonidos hasta volverte inmunes a algunos de ellos, pero yo crecí en una parte más rural por lo que no tengo esas barreras a la hora de percibir los sonidos, comenta Janeth.
A ella le gusta enfocarse mucho en la parte física, en crear cosas manualmente mientras que su pareja Miller, se adhiere mucho a la parte robótica que conforma su arte. Su colaboración como mencionan ha ido mejorando con el tiempo y como la clave para su éxito ha sido el aprender a confiar el uno en el otro.
Es sin duda, una exposición única de mano de dos grandes artistas que en todas sus obras decidieron incluir a la audiencia, que esta tuviera una interacción directa y esto junto con la combinación de elementos visuales, sonoros, físicos y las narrativas que se encuentran detrás de cada pieza hacen de esta exposición una experiencia inmersiva y fascinante.