Hay dentro de mí un bloqueo, ni mi mente ni mi corazón procesan esta etapa. No sé qué quiero, qué espero, una parte de mi quiere seguir siendo la segunda opción, sufrir en silencio de cada sonrisa y otra parte quiere ser libre albedrío en compañía de la soledad.
Es triste cuando te llegas a sentir sola estando acompañada. Todo esto es un nuevo comienzo, a todo lo desarrolla una razón, un motivo. Construye un castillo con tus propios bloques de decisiones, aprendizaje y sufrimiento.
Por primera vez en tu vida piensa en ti, no pienses en el futuro que pudiste haber tenido, ni en el pasado que hubo y mucho menos en el qué dirán. PIENSA EN TI, y no es egoísmo, es amor propio.
Donde tu corazón pertenece no hay jardín para dudas y mucho menos inseguridades. No planees encontrar la felicidad de otras personas antes que la tuya. No puedes ayudar si no te ayudas tú.
La soledad no es mala, hay que saber cómo lidiar con ella, tu eres la fuerte, tú la manejas. No cargues a alguien que no quiere caminar de tu lado. La vida es un tira y afloja donde dos personas tiran de la misma cuerda apoyándose mutuamente. No puedes estar arrastrando a alguien que no se quiere mover.
No dejes de vivir el momento por alguien, siempre sé tú misma y no dejes que nada ni nadie te detenga. Acepta en tu vida a alguien que le guste tu libertad y se admire de ella, a alguien que jamás te corte tus alas, sino que te lleve al punto más alto y lanzarte a volar.
No me faltó amor, no me faltó apoyo, me falto sentir la seguridad de estar viva, de saber que alguien más quiere volar conmigo esperando desarrollar sus alas, buscando llegar a las alturas junto a mí y no quedarse mirando cómo alguien más me impulsaba a las alturas y que lo que me impulsara fuera mi soledad.
Me diste la seguridad que siempre me falto y cuando me soltaste me la devolvió el amor propio.
Cuando más crees a una mujer débil e insegura llega la soledad con el amor propio tomados de la mano listos para impulsarte a ser libre y feliz. Ahí es cuando más le debes temer a una mujer, ahí se vuelve invencible.
De mi para mí.
DMC