Para 1821 una nueva revolución liberal en España había proclamado el restablecimiento del orden constitucional. El repuesto rey, Fernando VII, se vio forzado a reconocer la Constituciónliberal de Cádiz, la cual contenía una serie de reformas que cancelaban los privilegios del clero y perjudicaban los derechos del ejército. Como consecuencia, el Virrey de la Nueva España, Juan Ruiz de Apodaca “Conde de Venadito” se ve obligado a jurarla y ponerla en práctica. Esto desato una reacción de los grupos afectados por esta medida, provocando lo que se llamó “la contrarrevolución de independencia”.
En este contexto aparece el joven coronel Agustín de Iturbide, impuesto como jefe del ejército virreinal por la élite criolla para que lograra la separación de España y protegiera sus intereses. En contradicción total a su lucha anterior cuando combatieron a muerte a los insurgentes, el ejército virreinal, compuesto en su mayoría por españoles y criollos, comenzó el peregrinaje por gran parte del Reino promulgando la independencia dela Nueva España.
En Monterrey, el plan de Iguala fue recibido con beneplácito por los reineros. Prueba de ello es la carta enviada por el comandante Gaspar López al Ayuntamiento de Monterrey, en donde solicita se vigile el buen orden, quietud y tranquilidad en la ciudad, y se garantice la libertad para conservar la religión, la unión y la independencia. Meses después,la Diputación Provincialnotifica la celebración de la jura y proclamación solemne de la independencia el día 17 de noviembre. Es preciso agregar que los problemas a enfrentar por la nueva nación fueron inmediatos. La incertidumbre en el nacimiento de México como nación independiente la vemos en el traslado que el jefe político superior de las provincias internas de oriente, Gaspar López, hizo del bando otorgado por el por Ministro de Gobernación de Ultramar, confirmando que el convenio celebrado entre el general Juan O´Donojú y Agustín de Iturbide reconociendo la independencia de México, no tiene validez. En copia del ejemplar hecho en Madrid el 7 de diciembre de 1821.