El Neoplasticismo se desarrolló en Holanda en 1917, fue una de las formas que tomó la abstracción en las primeras décadas del siglo XX. Se basaba en una concepción analítica de la pintura, reduciéndola a formas geométricas y colores puros para hacerla universal. Su intención era representar la totalidad de lo real, expresar la unidad de la naturaleza, y buscar un arte que trascendiera la realidad externa y material.
Este movimiento se caracterizó por la depuración de las formas hasta llegar a sus componentes fundamentales: líneas, planos y cubos; en un planteamiento racionalista y una estructuración a base de la armonía de líneas y masas coloreadas rectangulares de diversa proporción, siempre verticales y horizontales formando ángulos rectos, nunca se recurría a la simetría, el equilibrio se lograba por la compensación de las formas y los colores, los cuales eran de carácter saturado o puros (primarios: amarillo, azul, rojo) y tonal o neutros (blanco, negro y grises), empleo de fondos claros, que daban como resultado una pintura equilibrada, ordenada y optimista.
Destacaron en el Neoplasticismo, su fundador, Piet Mondrian y Theo van Doesburg con quien fundó la revista De Stijl y en cuyo primer número se publicó el manifiesto neoplasticista, al cual se unieron artistas y arquitectos
La próxima vez que veas una obra Neoplasticista piensa en esto: ¿Te inspira una sensación de orden y equilibrio? ¿Notas el balance entre las líneas y los colores? ¿Te parece que simplifica algo en especial?
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