Por: Antonio Garza Martínez
Ayer 20 de febrero de 2013 se recuerda el nacimiento de uno de los prohombres tapatíos que vino a nuestro Estado y dejó su huella en él ocupando en tres ocasiones la gubernatura (en una ocasión, constitucionalmente, en las otras dos ocasiones de forma interina), promoviendo obras como el Hospital Civil (posteriormente llamado Hospital Gonzalitos), así como la primera universidad pública de nuestro Estado (antecedente directo de la Universidad de Nuevo León, que a partir de 1971 se llamará Universidad Autónoma de Nuevo León), entre otras obras que ayudaron en gran medida a elevar la calidad de vida de los habitantes de nuestra ciudad, me refiero al Dr. José Eleuterio González Mendoza, llamado cariñosamente “Gonzalitos” por los ciudadanos de aquel entonces; un gran humanista y filántropo declarado Benemérito del Estado en 1867 y siendo ratificado en un decreto de 1873 como “protector de la juventud y benefactor de la humanidad”, incluso en vida fue erigida en su honor la municipalidad de Doctor González en 1883.
De acuerdo con la breve reseña que el ilustre cronista del Estado, don Israel Cavazos Garza escribió para la Enciclopedia de Monterrey, José Eleuterio González Mendoza nació en Guadalajara, Jalisco en el año de 1813, hijo del capitán Matías González y de María Ana Mendoza. Huérfano de padre a temprana edad, él y su hermana Josefa fueron protegidos por su tío Rafael Mendoza, ingresando a la edad de doce años al Seminario. Estudió en el Instituto de Guadalajara, cursando Filosofía y Retórica, obteniendo a su vez una sólida preparación humanística. A la muerte de su tío, y para no ser una carga para la familia, decidió trasladarse a San Luis Potosí. Posteriormente, fray Gabriel Jiménez, religioso regiomontano, lo invitó a Monterrey, llegando el 13 de Diciembre de 1833, al poco tiempo nombrándolo director del hospital de Nuestra Señora del Rosario, sustituyendo a Ignacio Zendejas.
En 1836 casó con una mujer, que según comenta don Israel Cavazos, hasta hace poco ningún biógrafo registraba su nombre porque le había sido infiel, circunstancia que influyó en él para entregarse en bien de los demás. Se dice que consideró a sus alumnos como a sus hijos, en especial a Juan de Dios Treviño quien llegó a ser un médico prominente, y a Hermenegildo Dávila, llegando a ser un jurista destacado y su mejor biógrafo.
El gobierno del Nuevo León le expidió el título de médico, previo examen, el 8 de Marzo de 1842; ése mismo año constituye otra cátedra de Farmacia, de la cual surgió el primer médico graduado de Nuevo León, Blas María Díaz. La cátedra se interrumpe en 1846 cuando la invasión norteamericana, restableciéndose en 1849, y en 1853 crea la cátedra de Obstetricia. Durante el gobierno de Santiago Vidaurri, en 1857, influyó para la creación del Colegio Civil, abriendo sus puertas dos años más tarde siendo catedrático y en repetidas ocasiones su director. Dentro del mismo plantel logró fundar el 30 de Octubre de 1859 la Escuela de Medicina que dieciocho años más tarde habría de funcionar de forma separada. Apoyado moral y económicamente por el padre Antonio de la Garza Cantú, chantre de la catedral, fundó el Hospital Civil en 1860, que años después llevaría su nombre. En el año de 1870 ocupa la gubernatura del Estado de forma interina, logrando fundar la Escuela Normal para profesores y reglamentando la instrucción pública.
Llegó a ocupar importantes cargos el Dr. González, por ejemplo en 1843 figuró como miembro de la Compañía Lancasteriana; fue designado magistrado del Tribunal de Justicia en 1851 sin ser abogado; ése mismo año fue nombrado como miembro del Consejo de Salubridad que se instituyó a iniciativa suya; fue diputado de la Legislatura local (primera intervención política que lo llevó a ser electo en 1870); en 1886 en tiempos del gobierno interino del general Reyes, presidió la Junta de Mejoras Materiales.
Fue declarado gobernador constitucional el 2 de Diciembre de 1872, entregando el poder al licenciado Ramón Treviño el 4 de Octubre 1873, en este período se publicó La Estadística de Nuevo León. Fue designado nuevamente gobernador el 2 de Enero de 1874 sustituyendo al mismo Ramón Treviño hasta el 8 de Marzo de ése año. Cuenta don Israel Cavazos que aunque don José Eleuterio González Mendoza fue conservador por su formación y su catolicismo práctico, ha sido considerado liberal, en cuanto a que juzgaba que toda expresión de progreso tiene fundamento en la libertad; llegó a recibir por Maximiliano de Habsburgo una condecoración, pero él fue fiel a los regímenes liberales. Fue también un escritor fecundo, dejando tras de sí una vasta producción de diversos temas.
A continuación se citan sus obras didácticas en orden cronológico:
- Tratado elemental de la anatomía general, publicado en 1863.
- La mosca omnívora, publicado en 1865.
- Método curativo del cólera morbo, publicado en 1866.
- Lecciones de cronología, publicado en 1869.
- Algunos preceptos…de introducción al estudio de la clínica…, publicado en 1870.
- Lecciones de anatomía topográfica, publicado en 1875.
- Lecciones morales de moral médica, publicado en 1878.
- Un punto de higiene, sepulturas…, publicado en 1882.
- Un discurso y un catálogo…La flora de Nuevo León, publicado en 1888.
Como pionero de los estudios históricos en Nuevo León figuran los siguientes trabajos, entre otros:
- Colección de noticias y documentos para la historia del estado de Nuevo León…, publicado en 1867.
- Algunos apuntes y datos estadísticos del estado de Nuevo León, publicado en 1873.
- Biografía del benemérito mexicano D. Servando Teresa de Mier, publicado en 1876.
- Apuntes para la historia eclesiástica de las provincias que formaron el Obispado de Linares…, publicado en 1877.
- Lecciones orales de historia de Nuevo León, publicado en 1881.
Cabe mencionar que desde su llegada a Monterrey, ejerció la profesión durante 55 años sin haber cobrado jamás por sus servicios, siendo sus bienes adquiridos por donaciones hechas por familias pudientes. Menciona don Israel Cavazos que el Dr. Gonzalitos enfermó de la vista allá en 1881, perdiendo un ojo al ser operado en México, pero que logró salvar el ojo derecho al ser operado por el doctor Knapp en Nueva York en 1883. En su testamento legó sus bienes a la Escuela de Medicina y al Hospital Civil. Murió en Monterrey el 4 de Abril de 1888, y fue sepultado originalmente en la capilla del hospital, siendo exhumados sus restos e inhumados a la base de la estatua del mismo edificio, y siendo exhumados nuevamente para ser inhumados en la Facultad de Medicina. Por último, menciona don Israel que el doctor “tanto se dio a querer en la ciudad que fue llamado Gonzalitos.”
