La Narcocumbre de Gilda Salinas

La historia tiene un eje, un aleph desde donde todo nace. Y es que se trata de aquella reunión que se llevó a cabo en el 2008, donde asistieron todos – desde los titánicos hasta los ya obsoletos – cárteles del México.

En esa reunión se discutieron las alianza, los nexos comerciales que estaban logrando con otros países, las mejores prácticas para el comercio internacional, pero sobre todo, cómo se distribuirían el territorio.

Allí Gilda Salinas nos ofrece un personaje simpático que nos llevará de la mano por las historias que componen el libro. Conocido como “El Anfitrión”, será el que ofrezca una cena y quien hilará las historias a través del desierto, las ciudad, la gruesa línea que es la frontera norte.

El proceso de investigación fue intenso, relata la autora, las historias vienen entrelazadas, fueron surgiendo alrededor cuando estaba trabajando el proyecto, tuve que a los sitios donde fueron los sucesos. Sentir, comer, y pescar la historia. Tomarla y acomodarla donde debía estar.

Tuve que caminar en el desierto, por la frontera norte de Coahuila, por Tamaulipas, la Isla del Padre y otras decenas de sitios que le fueron dando forma a las historias, siempre enlazadas por la Narcocumbre.

El texto, comenta Salinas, podría considerarse una concientización de que esto es lo que está sucediendo en el país. “Todos tenemos que tener la conciencia de que los servidores públicos son nuestros empleados. Y de esta forma hay exigirlo”, agregó.

En el libro, encontraremos personajes que nos caerán bien, podrán ser nuestros amigos “el anfitrión es el más simpático de todos, es mi favorito”, agregó la autora. Sin embargo, también encontraremos otros seres reales que nos darán ternura y nos provocarán una compasión olvidada. “Pero otros duelen mucho, aquí hay un dolor que se muestra a través de ellos”, finalizó la autora.

Sobre la autora:

Es escritora y tallerista. Ha escrito siete novelas, tres largometrajes, 27 obras de teatro, dos ensayos y varios libros de cuento. Tiene 22 publicaciones, entre las que destacan: Alaíde Foppa, el eco de tu nombre (2002; segunda edición: Guatemala, 2009), Las sombras del Safari (1998), Del destete al desempance (2008) y Equilibrio en la cornisa (2012).

Sinopsis del libro:

El destino es eso, una raya antes de esta nada.

Esta es la radiografía de una época. La que nos ha tocado vivir. Gilda Salinas no maquilla la realidad que vivimos, sobre todo en la frontera norte del país. A través del El Conde, un narcotraficante mesiánico, con claro delirio de persecución, que intenta crear una federación del delito con el fin de que todo vuelva a esa extraña normalidad de hace apenas unas décadas, Salinas hace un recuento de los capos más famosos del país desde los años ochenta.

Y para que ese cáncer nacional siga avanzado con tanta rapidez, es necesario que haya víctimas, quienes son las verdaderas protagonistas de esta novela. Una familia secuestrada, un capo menor que disfruta asesinando, un pollero violador, una indocumentada que se queda a medio camino, un joven trabajador que será asesinado en la frontera, una red de pederastas, racismo y corrupción de autoridades, son padecidas en carne propia por hombres y mujeres que luchan por su vida y a quienes vemos a muy corta distancia.

Gilda Salinas se sirve de El Conde para refrescar la memoria de cómo se fue tejiendo la red delictiva a lo largo de los años, de uno y otro lado de la frontera: “Primero te pago porque siembres, coseches y empaques mis vicios y luego le pongo precio a tu cabeza y te extradito porque me envicias a mis güeritos”. Y por medio de las víctimas, de sus voces y nuestros miedos, hace el aquí y el ahora de un país donde ya nadie puede vivir tranquilo.