El poeta participó en el Encuentro de Escritores dentro de la Feria del Libro 2011.
Llegó a Monterrey con un entusiasmo y un humor que parecía mentira lo que dice el poema “Hasta el fin”, escrito por Tomás Segovia un día después de que le diagnosticaron cáncer.
Fue la inercia de esta enfermedad la que terminó por sesgar la voz de exilio de Segovia, poeta español que la Guerra Civil condujo a México provocando su nueva nacionalidad.
Monterrey lo tuvo en sus tierras el pasado 14 de octubre, gracias a un homenaje que le brindó el Encuentro Internacional de Escritores, organizado por Conarte dentro de la Feria Internacional del Libro de Monterrey 2011.
Acompañado por su esposa María Luisa Capella, Segovia sostuvo una entretenida charla, primero con su amigo el también poeta José María Espinasa, y después con su “más reciente” hijo: el poemario Estuario. La velada dejó en evidencia dos cosas: la dificultad del poeta para poder levantar su voz pero no así su ánimo. Durante poco más de una hora, Segovia compartió anécdotas y lecturas de algunos de sus poemas. “Tengo la voz a crédito”, decía de vez en vez, cuando su aliento le requería una pausa.
En ataque repentino de tos –que a cualquiera hubiera doblado– al poeta le arrancó un comentario de sabiduría: “¿Trato de seguir o llamamos a una ambulancia?”.
Tomás Segovia falleció el día de ayer a los 84 años en su casa de la Ciudad de México, rodeado por su familia.
Las frases de su encuentro con los regios
• “Hice del Colegio de México como un acto de disidencia, con el seminario que se llamaba ‘De mi ronco pecho’ y Dios me hizo pagar el precio”.
• “¿Trato de seguir o llamamos a una ambulancia?”.
• “Antes del amor, quería leer este último que no forma parte de este libro pero que lo formará de un nuevo libro, seguramente, pero que tiene para mí una importancia especial porque lo inicié con ese verso inspirado el día que me diagnosticaron cáncer, luego pasaron algunos días para poderlo desarrollar y escribir”.
• “He tratado que la experiencia del exilio no sea mi tema central en mi obra, pero tampoco la he negado nunca”, antes de leer “Nómada”.
• “‘Sentado con frío’ fue escrito un día que hacía mucho frío en Madrid, esperando a que mi mujer saliera de El Corte Inglés”.
