Historia del Diablo / FCE

0
Por: Víctor Bañuelos
El diablo, dicha figura se formó en gran parte después del siglo XII al añadirle atributos paganos de distintas regiones, por lo que es muy diferente en las distintas regiones de Europa y del mundo occidental, lo cual quedó registrado tanto en la cultura popular y en el arte. En sí la simbiosis de estos seres mágicos con la imagen del diablo le dieron más poder a éste último, debido a que antes éstos eclipsaban su presencia como soberano aterrador, veamos qué pensaba de esto Robert Muchembled en su Historia del diablo. Siglos XII- XX  (Fondo de Cultura Económica, México: 2011, pp. 31-32):
“Hasta el siglo XII, el mundo estaba demasiado encantado para permitir que Lucifer ocupara todo el espacio del temor, del miedo y de la angustia. El pobre diablo tenía demasiado competidores para reinar con absolutismo, más aún cuando el teatro del siglo XII ofrecía de él una imagen caricaturesca o francamente cómica, retomando la vena popular del maligno burlado”.
Entonces vemos cómo los antiguos celtas creían en seres que habían vivido en su región antaño y que con la llegada de los humanos se fueron replegando a las montañas y a los bosques, de los cuales salían en contadas ocasiones para hacer el bien o el mal. Después con la evangelización de Irlanda y las tierras de los pueblos celtas dichos seres mágicos se hicieron meramente malignos, se les achacaban males como la epilepsia, las pestes y las hambrunas, ya que estás se daban a causa de las cosechas arruinadas, y al ser morada de estos seres el subsuelo, se creía que era una suerte de travesura el echarlas a perder. No sólo en Irlanda se creía en estos seres sobrenaturales sino en todo lo que conocemos como Reino Unido, donde tal vez las hadas eran el ser sobrenatural más famoso y más temible de dichas islas. Según Jules Michelet en su estudio La bruja, menciona que las hadas reemplazaron la imagen de Satán en Inglaterra porque se les achacaban todos los males, por lo cual incluso los campesinos ya evangelizados les dejaban ofrendas de leche. Es muy importante señalar que a pesar de lo que se cree en el imaginario popular, las hadas no eran siempre pequeñas, benéficas ni solitarias, de hecho en los cuentos populares se hablaba de enormes reinos subterráneos donde estos seres habitaban.
Lady Wilde al igual que otros poetas decimonónicos irlandeses escribió sobre las hadas del mundo medieval, donde éstos solían ser perturbadores. Wilde cuenta que Ethna era la joven esposa de un lord, quien un día se desmayó y al despertar habló de haber estado en un palacio maravilloso con seres hermosos, por lo que deseaba volver, parecía estar loca. Esa noche Finvara, señor de las hadas, secuestró a esa mujer. El lord sabía la ubicación del fuerte de las hadas, dicho fuerte se encontraba debajo de una colina y para llegar a él debían de excavar. El problema era que siempre que cavaban, al día siguiente estaba otra vez la tierra como al principio, al enterarse un sacerdote les ordenó que arrojaran sal porque al hacerlo la magia de Finvara no surtiría efecto. Finvara sabía que si las herramientas humanas tocaban el palacio de las hadas, éste se haría de polvo, por lo cual decidió regresar a Ethna al lord. Por este suceso el lugar se llama aún en nuestros tiempos, “la colina de las hadas”. Con lo anterior nos damos cuenta de lo aterradoras que podían ser las hadas, y que no todas eran del género femenino, sino también del masculino, con reyes y palacios. También vemos el antagonismo que existe entre los humanos (en especial los lores) y las hadas. La mitología de Irlanda es rica en este tipo de tradiciones, a continuación veremos lo que encontró en sus investigaciones Claude Lecouteux (Demonios y genios comarcales en la edad media. Medievali, Barcelona: 1995, pp. 28-29):
“Los Thuata Dé Danann chocaron contra los fomorios, se vieron forzados a aceptar a reyes surgidos de matrimonios con esta raza y luego fueron desposeídos por la raza de los hijos de Mil, antepasados del pueblo gaélico, y se retiraron bajo tierra, en las cavernas y los túmulos, donde siguen viviendo. Son invisibles cuando recorren sus antiguos dominios, han conservado un gran poder y prestan a los hombres buenos y malos servicios”.
Por su parte, Lady Gregory, que también pertenecía al círculo del denominado Renacimiento Literario Irlandés, en su cuento “¿Entraremos al cielo?” nos revela algo más sobre la concepción que se tenía del hada en el siglo XIX. Este perturbador cuento nos revela la naturaleza maligna de las hadas de la tradición irlandesa. Dice la leyenda que un hada fue con un sacerdote y le preguntó si podría ella entrar en el cielo, a lo que el sacerdote le dijo que no. Después le pidió que tapara su oído con uno de sus dedos y al hacerlo escuchó los gritos y lamentos de miles de personas (dándonos a entender que el infierno será la última morada de las hadas), al sacar el hada su dedo de su oído se dio cuenta de que había perdido la audición.
Nos damos cuenta que el hada tuvo muchas cualidades negativas e incluso demoníacas, por lo que no es difícil entender cómo es que eran las representantes del mal en la tierra (al menos en Reino Unido), incluso por encima de la figura de Satán. Dichas hadas que son anteriores a los hombres pero marginadas por estos a lugares remotos y lejanos, corresponde a un arquetipo que vemos en casi todas las tribus paganas de Europa, un ejemplo claro lo encontramos en los países nórdicos en los que se creía que una raza de malignos gigantes habitaba antes las tierras congeladas del norte, antes de que el dios Thor —dios del trueno de los vikingos— los desterrara de manera violenta. Por otro lado en la Grecia antigua se decía que los dioses (dioses adorados por los hombres) habían desterrado a sus ancestros los titanes hacia el Tártaro, una suerte de infierno para inmortales.
Ahora bien, hemos visto que en las tierras celtas se creyó en seres anteriores a la llegada de los moradores humanos, los cuales adoraron a dichos seres como una suerte de dioses o espíritus, ya sea para bien o para mal y que luego tras la llegada del cristianismo esos seres se convirtieron en la imagen del mal. Aquí cabría preguntarnos por qué los cristianos le dieron esa connotación negativa a dichos seres en vez de hacerlos santos del naciente panteón cristiano (como en el caso de los pueblos germanos, éstos tenían, según Bob Curran, una antigua deidad llamada Nacht Ruprecht, que la Iglesia católica fusionó con San Nicolás). Jules Michelet nos dice que las hadas eran reinas matriarcales de los celtas, las cuales no fueron del agrado de los evangelizadores. Hay que recordar que los celtas al igual que los antiguos griegos eran en un inicio de orden matriarcal, donde la figura de la madre era fuerte y cruel como la diosa Morrigan, dichas concepciones chocaban tajantemente con el nuevo orden patriarcal de los cristianos, los cuales no vieron bien tal concepción de la mujer, así que hicieron una imagen maligna de dichas reinas y las hicieron antítesis de su propia figura matriarcal, es decir la de la Virgen María, por lo tanto las hadas y las vírgenes cristianas son antípodas. Por lo tanto vemos el porqué de la evolución de las hadas como seres meramente malignos. Ahora veamos lo que decía Jules Michelet en La bruja (Akal, Madrid: 2009, p. 66):
“¿Quiénes fueron las hadas? Se ha dicho que antiguamente fueron las reinas de las Galias, orgullosas y fantásticas, que, a la llegada de Cristo y sus apóstoles, se mostraron impertinentes y volvieron la espalda. En Bretaña danzaban en aquel momento y no cesaron de danzar, lo que provocó su cruel sentencia. Están condenadas a vivir hasta el día del Juicio.”
A pesar de todo, las hadas y la magia antigua de los celtas no fueron olvidadas tras la Edad Media, como pudimos ver fueron siempre presentes en el imaginario colectivo de los habitantes de Reino Unido, de Europa y posteriormente del mundo occidental. En el siglo XIX incluso vimos cómo resurgió la cosmogonía mágica del antiguo orden celta por la pluma de los poetas del Renacimiento Literario Irlandés, quienes le dieron fuerza para ser recordada hasta nuestros días. Si bien Disney deformó (en parte con ayuda de la visión de los Hermanos Grimm) la imagen del hada, también ayudó en gran parte a tenerla viva en la cultura popular. Por su parte, Howard Philips Lovecraft revivió el mito de los antiguos moradores de la tierra de manera perturbadora y negativa en el siglo XX demostrando que el terror y la fascinación por este tipo de mitologías serán siempre latentes en el ser humano, aún en el siglo de los grandes descubrimientos. Sin irnos tan lejos encontramos que todavía en épocas tan recientes como la década de los 80 del siglo XX, dichos mitos son aún importantes en el imaginario colectivo del mundo occidental, la serie de culto Thundercats, mostró las aventuras de una suerte de orden de caballería (profundamente basada en el ciclo artúrico) en el planeta Tierra en épocas inmemoriales, en los que dichos héroes se encontraron con un mundo poblado de seres mágicos y a nuestros ojos imposibles, ¡ésta es la verdadera esencia del mundo de la mitología!

Librería Virtual

Fuente: El Occidental / México / Jalisco
Share.

About Author

Redacción

Diario Cultura.mx es un periódico digital, independiente, que aborda la Política, la Cultura y la Historia desde una perspectiva profesional. Con una clara vocación de enfoque local, sin descuidar los hechos noticiosos que sucedan a nivel nacional e internacional.

  • Diario Cultura.mx

    Diario Cultura.mx es una revista que aborda temas relacionados al arte, la historia y la cultura, desde una perspectiva profesional y multimedia.

  • Financiarte

    Diario Cultura.mx se creó con el apoyo de Financiarte, es sus ediciones 2011 y 2013.

  • Diario Cultura

Diario Cultura.mx. Derechos Reservados. 2015. Todos los artículos son responsabilidad de sus autores. Aunque Diario Cultura.mx promueve la cultura y las artes, esto no significa que esté totalmente de acuerdo con las opiniones y comentarios que sus autores realizan.
Más en Para Leer !
La Mano Izquierda de la Oscuridad

Winter es un planeta frío, donde no existen las estaciones… ni los sexos.

Cerrar
Array ( )