Al fin, una saga hecha por una mexicana, para los mexicanos.
Adriana González Márquez se dio a la tarea de realizar su propia saga con elementos y personajes mexicanos. Con la que espera se identifiquen los jóvenes, por los lugares, la cultura, el ambiente, etc., una saga que lejos de ser real nos hace volar con la fantasía sin dejar el suelo mexicano.
“Siempre me ha gustado la fantasía y de ahí me fui a lo fantástico, escribo lo que me gustaría leer, pienso que leer no es aburrido, porque te transportas, porque vives más vidas”. La idea de escribir la saga surge porque la escritora, originaria de Aguascalientes quería acercar a sus primas adolescentes a la lectura, engancharlas a ella, con descripciones, con fuertes referencias del contexto mexicano, había pensado en un relato corto para ellas, pero la historia requería tres libros. Su intención era demostrarles que leer no es aburrido que es como tener tu propia película en la mente, además quería escribir algo que estuviera basado de alguna manera en ellas. Una chica mexicana, en su contexto, en sus relaciones, en su vida dentro de México, cómo toma las clases, cómo era la relación con sus padres, etc.
Para ello requería de personajes reales, dentro de su misma ficción, nos dijo la autora que las personas no somos una sola cosa, es por ello que enriquece su narrativa con personajes multifacéticos, los dejar fluir, permite que tengan diferentes formas de ser, que cuando se enojen, dejaran de ser las personas buenas, que no siempre una persona extrovertida es aventada, también tiene sus miedos, sus nervios.
La saga Los dominios del Ónix Negro, consta de tres libros, La elevación, La conexión y La unión, son una sola historia dividida en tres partes, el primer libro lo publicó de forma independiente y con él fue a la FIL de Guadalajara, tocó muchas puertas, como ella dice, habló con muchos editores, muchos le dijeron que no, otros que sí pero solo el primero y Random House fue el primero que le pidió los dos manuscritos y la reseña del tercero, además de que no se le condicionó en absoluto.
Después de ésta experiencia, Adriana les dice a los jóvenes que están empezando a escribir que se lo tomen como trabajo, que se pongan horario y que lo respeten, porque si no es un hobbie, “no dejen que el No los detenga, el No cala, lastima, pero no hay que rendirse ante el miedo del poderoso NO”.
¿Qué sucedería si la protagonista se enamora del chico de sus sueños?, pero literal porque en verdad está en sus sueños, porque es una realidad alterna, porque no está soñando. La historia comienza con Vanessa una chica de 17 años de México completamente normal, la única diferencia con los demás es que a ella le gustan más su sueños que la realidad, en la trilogía descubre que no es un sueño, es otra realidad que se llama los dominios del Onix negro.