El Carnaval más famoso de Italia destaca por el glamour de las presencias enigmáticas que desfilan a través de Venecia, convirtiendo la ciudad en un enorme y elegante salón de baile renacentista, el escenario ideal para soñar con los finales felices. El origen del Carnaval veneciano se remonta a las celebraciones en honor al dios Baco en la Roma Antigua, donde el uso de máscaras permitía a los ciudadanos actuar con libertad total sin temor a ser reconocidos mientras se dejaban guiar por las pasiones irracionales de la naturaleza humana. La tradición se conservó en la cultura popular hasta el siglo XVII, cuando la nobleza se disfrazaba para salir y perderse entre la gente común.
Transgredir la moralidad de las clases aristócratas requería discreción, ya que Venecia era una ciudad pequeña donde todos se conocían y los rumores corrían de boca en boca con el peligro inminente de manchar la buena reputación de las familias italianas más poderosas, ahí radicaba la importancia de ocultar la identidad tras un antifaz, perder el rostro para ser libres. El anonimato de las máscaras llena de misterio el carnaval, la celebración del hedonismo que se ha convertido en un espectáculo de disfraces multicolor.
La máscara disuelve las diferencias sociales y genera una comunidad de “iguales”; por ello, durante el gobierno de Napoleón, se prohibieron los festejos del Carnaval para evitar que se planearan conspiraciones y motines, se retomó hasta 1979 y desde entonces cada año la magia inhunda las calles teñidas con los colores de los bailarines, entre las acrobacias y malabares de las artes circenses y los actores de teatro callejero que se dan cita en la ciudad de los canales.
Los disfraces tradicionales de la festividad provienen de las representaciones teatrales de la “Comedia del Arte”, un género teatral que nació en la floreciente Italia del siglo XVI, destinado a las clases populares de la ciudad, un teatro de improvisación y entretenimiento que por lo general se representaba en escenarios al aire libre y abordaba temas como el amor, los celos y el poder. Los personajes de la Commedia dell´Arte satirizan a la sociedad burguesa italiana al representar y exagerar los arquetipos de los actores de la vida cotidiana.
La artesanía de la elaboración de máscaras ha cambiado a lo largo del tiempo, algunos de los personajes teatrales típicos han desaparecido por completo, otros han sido sustituidos en la representación popular, y varios de ellos se han mantenido vigentes a través de los años, convirtiéndose en los favoritos de los miles de turistas que asisten al rey de los carnavales europeos.
A continuación te presentamos los disfraces y máscaras más famosos de la celebración veneciana.
Arlequín
Es un personaje lo suficientemente astuto y sutil para burlarse de las clases nobles que lo consideran un servidor humilde y leal. Su disfraz se caracteriza por poseer múltiples colores vibrantes, es una composición imperfecta de rombos y parches estampados que se acompañan con un gorro de puntas que cuelgan imitando el estilo de los bufones medievales. Arlequín o Joker suele escudarse en el humor y la agilidad física para enfrentar las dificultades de la vida y el amor.
Pantalone
Encarna a los ricos y avaros mercaderes venecianos, usureros y ambiciosos que caen inocentemente ante las bromas de un hábil arlequín. Su vestimenta tiene características turcas que le otorgan un aspecto de nobleza.
Colombina
Es la amante de arlequín, delicada y sensual. Tradicionalmente los personajes femeninos del teatro italiano no solían enmascararse, a pesar de que los hombres eran encargados de representar los roles femeninos en el escenario. Con el tiempo, el personaje de Colombina se acompañó de la Dama, encarnación de la elegancia que lucía un antifaz, un fino tocado de piedras preciosas y un sombrero vistoso. En la actualidad, las mujeres fusionan en sus disfraces los vestidos de corte renacentista con la extravagancia de la Dama italiana moderna.
Pierrot
Es el eterno enamorado de Colombina, condenado al sufrimiento del amor no correspondido. Su máscara se caracteriza por ser blanca con una lágrima negra pintada en la mejilla. Es el personaje que le imprime el tono melancólico al carnaval. Su disfraz es solemne y frío, el rival de Arlequín luce el pálido rostro de un corazón roto.
Máscara Bauta
Esta máscara no proviene directamente de los vestuarios de la comedia italiana, es una derivación de ellos y se ha convertido en una de las más usadas en los desfiles del carnaval. Por lo general es de color blanco y cubre todo el rostro para conservar los secretos, es ideal para ocultar conspiraciones y pasiones prohibidas.
Moretta
Esta máscara muda de terciopelo negro era de uso exclusivo femenino. Hoy no es muy popular debido a que para mantenerla en el rostro se debe morder un botón, de esta manera las familias aristócratas protegían sus intereses al quitarles la voz a las damas de alta sociedad.
Larva o Volto
Su nombre significa “cara” o “rostro” y era común entre la gente del pueblo por ser sencilla y práctica, actualmente se decora con aplicaciones brillantes o se coloca debajo de un antifaz. Es la más vendida por su versatilidad y diseño.
Doctor Peste
La tétrica historia de este personaje es resultado de un suceso aterrador que atravesó la ciudad a principios del siglo XVII, cuando la peste azotó a la población plagando las calles con muerte y agonía. Los doctores encargados de atender a los contagiados debían vestir largos ropajes negros, guantes y una máscara con anteojos de cristal y nariz larga puntiaguda, similar al pico de un ave, en la que colocaban paños perfumados y hierbas que evitaban el contagio y los olores pestilentes de los cuerpos en descomposición.
