1. Sobre la Campana de Dolores
La campana que Miguel Hidalgo hizo sonar la madrugada del 16 de septiembre de 1810, para motivar al pueblo a levantarse en armas “contra el mal gobierno español”, una vez concluida la guerra de Independencia, fue conservada por los gobiernos liberales posteriores como uno de los símbolos primordiales del comienzo de ese importante movimiento.
Hoy, la campana de Dolores puede admirarse , perfectamente restaurada, pero ya no en el campanario de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores (en la población de Dolores Hidalgo, Guanajuato), sino en un nicho ubicado justo arriba del balcón central de Palacio Nacional, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Durante su gobierno, el Presidente de la República en turno tiene la obligación de hacerla repicar para revivir, ante el gran público congregado en la plancha del Zócalo la noche del 15 de septiembre, el grito que con frenesí diera el padre Hidalgo para iniciar la lucha por la Independencia.
2. Sobre la batalla de Monte de las Cruces en un territorio hoy conocido como La Marquesa
Una de las victorias en batalla más importantes que obtuvo el ejército insurgente encabezado por el padre Hidalgo, tuvo lugar en un paraje conocido como Monte de las Cruces, a las afueras de la Ciudad de México. Después de varios días de intensos preparativos y tras una fuerte lucha en la murieron decenas de hombres de ambos bandos, lo realistas tuvieron que reconocer la superioridad del improvisado pero aguerrido ejército coordinado por Allende, Aldama y Abasolo. Los sobrevivientes a las órdenes del virrey escaparon dispersándose entre los verdes escenarios que hoy conforman el Parque Nacional Insurgente, mejor conocido como La Marquesa, al poniente del Distrito Federal, entrando por la carretera México-Toluca.
Así que, donde actualmente todos podemos disfrutar de un divertido fin de semana en compañía de la familia o los amigos, hace 200 años tuvo lugar una batalla crucial para el movimiento insurgente. Tras ese combate, la puerta hacia la Ciudad de México estaba ya abierta… Allende quiso avanzar y tomar la metrópoli para concluir de súbito con la guerra iniciada en Dolores. Sin embargo, Hidalgo, quizá todavía abrumado por las violentas escenas que presenció en Guanajuato, donde sus incontrolables huestes causaron mucha muerte y dolor, prefirió no avanzar, ordenó inexplicablemente la retirada del contingente y se dirigió hacia la zona del occidente donde pensaba recuperase y reorganizar mejor su ejército pero… ¿habrá sido ésa una buena decisión? ¿En verdad la guerra de Independencia pudo haber concluido antes y con éxito como así lo vislumbraba Allende tras ganar la batalla de Monte de las Cruces en La Marquesa?
3. Sobre los Chiles en Nogada
De acuerdo con la tradición, fueron las madres agustinas del Convento de Santa Mónica, en Puebla, las que, al enterarse de que el general Iturbide estaba por festejar su santo, y justo por esas fechas estaría de paso por esa ciudad, después de mucho pensar, decidieron halagarlo con la degustación de ese original platillo que, en sus colores de presentación, evocaba los matices de la bandera del Ejército Trigarante: el rojo (en la granada), el verde (en las ramitas de perejil) y el blanco, en la salsa de nogada (hecha con nueces de Castilla), que delicadamente se baña sobre los chiles poblanos que son la base de este tradicional platillo.
4. ¿Por qué festejamos el Grito de Independencia la noche del 15 de septiembre y no la madrugada del 16 como en realidad sucedió en 1810?
Esto se lo debemos a Porfirio Díaz, el famoso presidente que gobernó nuestro país durante casi 30 años. Sucede que don Porfirio festejaba su cumpleaños el día 15 de septiembre (efectivamente día de los Porfirios). Sin embargo, y para empatar su onomástico con los festejos del Grito (en ocasión del centenario de la Independencia), decidió adelantar éste por unas horas. Así pues, desde 1910, el Grito de Independencia como festejo popular, tiene lugar los días 15 de septiembre, cerca de las 11 de la noche y no los 16 por la madrugada como realmente sucedió en 1810.
5. ¿Se festejó en 2010 en realidad el Bicentenario de nuestra Independencia?
En un sentido estricto, lo que se debió haber festejado era el bicentenario pero del inicio del movimiento de Independencia, marcado con el Grito de Dolores, no así la consumación de la misma, lo que en verdad constituyó el logro de nuestra libertad ante la corona española.
La independencia de una nación sólo es reconocida por el resto de los países una vez que su estado libre y soberano es asentado en alguna acta o documento oficial, lo que no sucedió en el caso de México sino hasta 1821 (¡11 años después de iniciado el movimiento en Dolores!), cuando tuvieron lugar: la firma de los tratados de Córdoba, que reconocían la separación de la Nueva España de la Corona; la firma también del Acta de Independencia; y la entrada del Ejército Trigarante, encabezado por Iturbide y Guerrero, a la Ciudad de México, marcando con ello, el fin de la lucha por la Independencia de México. ¿Será acaso que, a quienes nos toque estar, celebraremos otro bicentenario en septiembre de 2021? ¿Será ésa la celebración efectiva?