La Generación de la Ruptura se formó en México en la década de 1950, es el nombre que dio la crítica de arte Teresa del Conde, al conjunto de artistas nacionales y extranjeros radicados en el país que reaccionó contra los valores de la Escuela Mexicana de Pintura en la que dominaba el Muralismo, corriente artística que se había vuelto hegemónica, y que al notarla gastada, llevaron a su pintura nuevas temáticas y estilos.
Los artistas incorporaron valores más cosmopolitas, abstractos y apolíticos en su trabajo, buscando entre otras cosas expandir su temática y crear un estilo particular.
El movimiento no fue organizado ni definido como tal, sino que se dio de manera espontánea y las relaciones entre sus miembros fueron informales. Sin embargo, marcó el inicio de la nueva era del pensamiento artístico al no seguir los estándares de academias o de sociedades.
Sobresalieron entre sus miembros: Pedro Coronel, cuyas pinturas estaban basadas en figuras humanas, paisajes u objetos con una presentación geométrica y muy colorido; Vicente Rojo, de origen español que realizó una extensa obra como pintor, escultor, diseñador gráfico y escenógrafo; José Luis Cuevas, quien se caracterizó por retratar figuras humanas con características muy grotescas utilizando una gama de colores muy limitada; Alberto Gironella, un innovador de su tiempo, inició un nuevo estilo llamado ensamblaje, que constaba en crear una obra con partes de otras; Lilia Carrillo, quien deconstruyó la forma a través de la difuminación del color y las gradaciones de luz y sombra; y Manuel Felguérez, cuya obra contiene a menudo figuras geométricas básicas en combinaciones para formar su propio “lenguaje”.
Cuando veas una obra de la Generación de la Ruptura piensa en esto: ¿Qué encuentras en el tema? ¿Qué la diferencia de una obra del Muralismo Mexicano? ¿Notas el estilo particular del artista?
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