Estos libros nacen bajo la necesidad de complementar la enseñanza en la educación primaria y orientar hacia el trabajo en base a proyectos.
Debido a la similitud de objetivos entre la reforma integral de la educación básica que se está llevando a cabo a nivel nacional y el libro de apoyo, éste último se ha convertido en una necesidad para que los alumnos complementen su conocimiento, y de esta forma se muestren competitivos a nivel mundial frente a los retos que se presentan en la vida diaria.
A pesar de que existen los libros gratuitos por parte de la Secretaría de Educación Pública en la educación básica, los maestros generalmente echan mano a otro tipo de textos que complementen la enseñanza, en este apartado, es donde entran en acción los libros de apoyo.
Una de las principales carencias con las que cuentan los libros facilitados por la SEP, es el poco espacio que se destina para la realización de ejercicios, mismo que lleven al alumno a la práctica lo que se está viendo en clase, comenta la Profesora Migdalia Treviño, autora de libros de apoyo.
En sí, lo que se pretende con éste tipo de textos, que ya están a la par con la reforma académica de la SEP que se viene dando desde el año pasado es que “el alumno desarrolle habilidades, colocándolo en distintos escenarios, y entonces él va a tener que usar los conocimientos aprendidos para enfrentar estas situaciones”, agrega.
Todo esto con el fin de llevar a los alumnos a una cultura de competencias, que es el desarrollo de habilidades destacadas de los pequeños, donde el principal objetivo es que “el niño pueda trabajar sobre proyectos”, agrega la profesora Treviño.
Y de esta manera, presente un producto como resultado al final del mismo, que bien podría ser algún escrito, situaciones de razonamiento, algún proyecto de maquetación o el análisis de algún libro de poesía o narrativa. “El pequeño va a investigar, analizar, entrevistar o exponer si es necesario, lo relacionado a éste producto final”, puntualiza.
Esto lo logrará a través de un camino con “conocimiento de causa” y razonará de una forma similar a la que los individuos lo hacen, enfrentando proyectos y problemas en la vida diaria.
Los libros de apoyo ayudan a que se siga esta dinámica de aprendizaje basada en la cultura competencias, debido a que cuentan con un mayor espacio para la realización de ejercicios, vinculan información de distintas materias, están enfocados a trabajar bajo proyectos cada uno de los temas, cuentan con información general y específica sobre lo visto en clase, y con todo esto, además, se fomenta el trabajo en equipo.
Los libros de apoyo se basan en lo programa oficiales de la Secretaría, y para crearlos, el autor (a) los analiza junto con los libros oficiales, “y se ve “¿qué más puede ayudar al maestro?” para que el aprendizaje pueda ser más efectivo”, agrega la profesora.
Para utilizar textos enfocados a trabajo en casa, los padres tendrán que apoyar en algunos ejercicios “como llevar al niño a la biblioteca o a entrevistar a un vecinos”, comenta.
En sí, en este periodo de transición de la reforma integral de la educación básica, la autora prevé que muchos de estos textos serán utilizados por padres y maestros, con el fin de cumplir la formación global del pequeño hacia una cultura de competencias.