El Presidente encabezó la ceremonia de entrega de los Premios Nacionales de Ciencias y Artes 2011, con el compromiso de contribuir a su engrandecimiento.
Como pocas veces en el pasado, dos personajes estaban ausentes de forma física: el escritor Daniel Sada, quien falleció el mismo día en que se hacía oficial el nombre de los ganadores, y el titiritero Wilbert Herrera, fallecido en octubre pasado. No por ello se les hizo a un lado y su familia acudió a recibir el reconocimiento como dos figuras fundamentales en sus campos de creación en la segunda mitad del siglo XX.
Asimismo, dos de ellos llevaron su rebeldía hasta el último momento: en la solemnidad del acto, José Agustín y Óscar Chávez decidieron recibir el Premio Nacional de Ciencias y Artes con menos solemnidad de la acostumbrada, aunque no por ello dejaron de reconocer la importancia de que su trayectoria haya sido reconocida en la residencia oficial de Los Pinos, cuando el presidente Felipe Calderón les hizo entrega de sus respectivos galardones.
En la ceremonia, el presidente Felipe Calderón reconoció que la ciencia y la cultura son el alma de la nación, y que sin ellas ninguna sociedad podría florecer, “por eso me alegra mucho y me emociona que estemos aquí para entregar el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, mediante el cual el Estado mexicano reconoce las aportaciones de sus más destacados artistas, científicos, humanistas, artesanos, que en sus campos de estudio y de creación han contribuido al engrandecimiento de México.
“Y de esta expresión del espíritu, la cultura, la suma de los mejores productos del espíritu, los expresa en quien hoy estamos reconociendo. El Premio Nacional de Ciencias y Artes demuestra que es sinónimo de excelencia, de devoción por el conocimiento, de compromiso con las mejores causas de la sociedad y, desde luego, de participación activa, constructiva, crítica, en la solución de los graves y múltiples problemas de México.”
Calderón, “furibundo opositor”
Al entregar el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, el presidente Felipe Calderón recordó su etapa de antigobernista, y dijo que ahora que ya está del otro lado ha pagado su “osadía” de juventud.
En el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, el mandatario hizo una pequeña reseña de cada galardonado y dijo ser admirador de Óscar Chávez, a quien se refirió como defensor de la música tradicional mexicana.
Acompañado por su esposa Margarita Zavala, Calderón mención una frase de “La Casita”, famosa adaptación de una gran obra mexicana y que cantara Óscar Chávez: “Es una casita chiquita con jardines, alberquita y calefacción central”.
Frente a intelectuales recordó su etapa de “furibundo opositor, antipresidente, antigobernista”.Y agregó: “En aquel tiempo no tenía previsto estar aquí, y desde luego cuando yo cantaba apasionadamente esas canciones y cuando leía apasionadamente esos artículos, pues nunca pensé que iba a estar del otro lado del mostrador; así que créanme que he pagado suficientemente mi osadía de juventud”.
Antes comentó: “La versión de Óscar de ‘Macondo’, que es de Díez Canedo, me parece, pero que es bellísima y para quien no haya leído Cien años de soledad puede tener un referente, ahora que está de moda este asunto”.
Los galardonados
• En el campo de Linguística y Literatura son: José Agustín Ramírez Gómez y Daniel Sada Villarreal (póstumo); de Bellas Artes, Pedro Miguel de Cervantes Salvadores y Jorge Fons Pérez, y de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía Jean Meyer Barth y Lorenzo Meyer.
• En el campo de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales se galardonó a Pedro Julio Collado Vides; en Tecnología y Diseño, a Raúl Gerardo Quintero Flores, y en Artes y Tradiciones Populares, a Óscar Chávez, el grupo de alfareros de San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, y el titiritero Wilbert Herrera, quien también lo recibió de manera póstuma.