“La poesía nos sirve para navegar en esta mar turbulenta que es la vida”, expresó el joven escritor regiomontano Salvador Olguín en la presentación de su libro La carabela portuguesa, Premio Regional de Poesía Carmen Alardín 2010, organizado por CONARTE.
Sin embargo, dijo, quien quiera navegar en la poesía y encontrar un amanecer seguro se va a equivocar, porque muchas veces la poesía también es naufragio.
Olguín, quien actualmente radica en Nueva York, estuvo en Monterrey para presentar su premiado libro en la Sala Alfonso Reyes, en la segunda edición de la Feria Universitaria del Libro UANLeer, que forma parte de las actividades del Festival Alfonsino 2012.
“Pero si hay algo en este mundo que tenga experiencia con el naufragio, la derrota, la ruina, el fracaso es la poesía y en ese sentido es una balsa muy útil en estos momentos”, expresó el también autor de Siete días, pieza de teatro experimental basada en el poema Muerte sin fin de Gorostiza.
“La poesía para mi es una necesidad casi orgánica, necesito seguir escribiendo; es una suerte de excreción en mi experiencia personal y como toda expulsión, es un producto necesario, pues todo lo que se absorbe muchas veces sale allí”.
La poesía de Salvador Olguín recrea espacios comunes, cotidianos, las ciudades, parques y puentes, en fin la vida y la naturaleza en armonía y en su magnificencia.
“La mirada del poeta abarca la existencia toda: desde la sublimación de unas gotas en sí misma etéreas, hasta los charcos que se forman alrededor de las alcantarillas, con una intención muy clara: cantar la vida a través de una vasta cartografía en la que el lector transita a través de cuatro elementos, que cual puntos cardinales nos revelan lo que somos: entidades complejas, pero dotadas de una cotidianeidad casi ofensiva, despojos del devenir”, manifestó Dalina Flores, catedrática de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL y del Tecnológico de Monterrey.
“En su poesía, Olguín crea un nuevo cosmos que aparentemente es como un espejo transfigurado que integra la sorpresa de lo cotidiano”.
Al abrir La carabela portuguesa, expresó, se abren también posibilidades que reconstruyen al lector y lo invitan a un viaje sólo a través de la palabra.
En su intervención, la poeta Minerva Margarita Villarreal dijo que el libro de poemas La carabela portuguesa enfila su ruta adentrándose en la inquietud del lenguaje como si tratara de un mar inestable o de un mar estable al que no queda de otra que internarse en su tránsito.
“Las cosas son en la medida en que son nombradas y en su objetivo de observación esta carabela orienta su calejo primeramente hacia los humanos, así, en la distancia, la lente se detiene en sus costumbres de edificación”, expresó.
“El ser humano y sus lazos familiares son un asunto prioritario en este libro; un asunto prioritario tranquilizado a través de un verso narrativo que semeja un vaivén de un mar en calma, pero como dicen los que saben, cuídate de las aguas calmas”.
La carabela portuguesa puede ser adquirida en la Librería de CONARTE.