Nadie lo esperaba. La vida trascurría tranquila para los habitantes de la costa noroeste de Japón. Sin embargo, todo cambio en segundos. Un terremoto, uno de los más devastadores de la historia de ese país, y posterior tsunami, cimbraron los fuertes cimientos de esta nación. La tragedia enlutó a miles de familias. Horror y devastación por todos lados.
Tocado por este suceso en lo más profundo su alma, el coreógrafo regiomontano Ruby Gámez decidió llevar a escena estos desgarradores momentos en su obra Japón, que ayer por la tarde se presentó en el Teatro del Centro de las Artes, dentro de la Temporada de Danza Contemporánea 2013, organizada por CONARTE.
Esta lamentable tragedia, que conmovió al mundo, hace ver la fragilidad del ser humano ante la fuerza de la naturaleza y hace recordar los momentos tristes y dolorosos que el pueblo mexicano tuvo que afrontar con el terremoto de 1985.
Japón es una obra que forma parte del proyecto Arquitectura de los sueños y realidades, que Ruby Gámez desarrolla gracias a una beca del Sistema Nacional de creadores FONCA 2011 del CONACULTA.
La danza que conforma la obra Japón es en gran parte violenta, pero también melancólica con movimientos sutiles y armónicos.
La historia narrada con danza
En la tranquilidad de su casa, cuatro personas conviven en familia. Nada les inquieta, ni perturba.
Sin embargo, repentinamente todo cambia. La tierra se mueve violentamente, oscila, se levanta y baja, luego gira. Aterrados, los miembros de esta familia buscan sujetarse de las cosas, pero el fuerte movimiento los lleva de un lado para otro.
Ellos ya no tienen control sobre sus cuerpos. Son muñecos de trapo zarandeados brutalmente. De la sorpresa viene la certeza de lo que sucede y luego el miedo. El terror se apodera de su ser. Todo es ahora una lucha desesperada por sobrevivir.
Destrucción y desolación se ve por todos lados. Gritos, llantos, agonía. Las ciudades son montañas de escombros. Pero la tragedia no ha terminado. El mar también tiene algo que decir. Un maremoto, con olas de más de cuatro metros avanza veloz y destructor, las aguas invaden los pueblos y ciudades.
No hay escape, la muerte se regodea. Miles de cuerpos pasan flotando ante el azoro y el terror, de los que por la suerte del destino se han salvado.
Luego vuelve la calma y con esperanza empieza la reconstrucción. El pueblo japonés se levanta, es fuerte y de carácter indomable. La vida, por estos lugares vuelve a fluir.
En Japón bailan Sara Alonso, Aurora Buensuceso, Luis Rodríguez y Jesús García.
La música es de The Ex, Tom Cora, Tosca, Max Richter, Krzyst of Penderecki, Otomo Yoshihide y Martin Tétrezsult y Noél Akchoté.
