A principios del siglo XVII, la ciudad de Monterrey atravesaba un proceso de consolidación y expansión poblacional en las regiones del Reino. Diego Rodríguez, nombrado Justicia Mayor del Reino por el Gobernador Agustín Zavala, se encargaba de la organización y reubicación de la ciudad hacia la zona sur, de la plaza principal (plaza Zaragoza), así como del Convento de San Francisco después de la inundación.
Años después Martín de Zavala, hijo de don Agustín de Zavala, nombrado sucesor de los Montemayor, obtuvo del rey Felipe IV la capitulación sobre fomento y pacificación del Nuevo Reino de León (3 de abril de 1625), siendo nombrado un mes después Gobernador, capitán general y alguacil del dicho reino. En sesión de cabildo regiomontano del 2 de agosto de 1626 se tuvo noticia de la merced otorgada por el Rey a Martín de Zavala, y tres semanas después se presentaba en la ciudad con la Real Cédula otorgada por su Majestad.
A la llegada de Zavala a esta región, el Nuevo Reino de León era considerado como “reino de anillo”, debido a la escasez de vecinos. La doctrina religiosa estaba a cargo de los franciscanos, quienes no se beneficiaban por la pobreza de la gente. Las casas no eran de adobe, sino de palizadas embarradas. Las disputas con los naturales por controlar la tierra eran muy evidentes. En general el reino se encontraba despoblado y falto de producción, a pesar de la gran cantidad de tierra sin cultivar.
Desde la llegada del Gobernador Martín de Zavala a Monterrey, el 8 de agosto de 1626, la ciudad cambió su nombre a villa de Cerralvo, esto por causa de la obligación que contrajo de fundar dos villas o pueblos más. Es preciso señalar que el nombre de villa de Cerralvo permaneció hasta el 17 de octubre de 1627, fecha en que regresó al título de ciudad metropolitana de nuestra señora de Monterrey por orden del virrey. El Gobernador Zavala, comprometido en su capitulación a fundar dos villas, “fundó” la primera imponiendo a Monterrey el nombre de la villa de Cerralvo, nombre que llevó hasta que el virrey, marqués de cerralvo oyendo las protestas de los vecinos antiguos, restituyó a Monterrey su nombre y su jerarquía de ciudad.
El gobierno de Martín de Zavala se caracterizó por su ayuda solidaria a los habitantes de este Reino. “Amplio este reino en todo lo que sus fuerzas alcanzaron, gastando mucho caudal de su padre, lo consumía asimismo en la guerra y en sustentar vecinos en la villa de Cerralvo…, cuantas casas se hayan en pie (y caídas por el poco cuidado de quien vive en ellas) en la villa de Cerralvo, las edificó a su costa hasta el año de mil y seiscientos y cuarenta y ocho.” comentó un cronista de la época.
Finalmente Zavala muere en la pobreza de una infección en su pierna en 1664.