Mario Bojórquez se encuentra en la ciudad de Culiacán por el festival Interfaz, del cual es organizador del área de literatura. Para él es una novedad importante para el país que exista un programa de becas como éste, porque difícilmente a ciertas regiones de provincia les llegan apoyos.
Aclaró que él se ha dedicado a promover la poesía joven. Por estas condiciones donde es difícil escribir para los jóvenes, Bojórquez considera que su trabajo tiene una parte de servicio social y una parte de venganza.
“Siempre será una novedad que gente de El Fuerte, gente de Navojoa, de un ejido de Mexicali, obtengan una beca, viajen, compartan con nuestros amigos lo que están pensando y creando, que agarren nuevas ondas, nuevas maneras de hacer las cosas, de pensar, y que puedan enriquecer el trabajo que en la soledad de su cuarto están realizando”, argumentó ante Diario Cultura.
Consideró que para los jóvenes siempre es muy difícil encontrar caminos de difusión de los trabajos propios y que todo ha cambiado con los años. Cuando él era joven, en los 90, era casi imposible publicar un libro y para conseguir que se publicara su primer libro, tuvo que ganarse un premio en Baja California.
“Pensemos quién compite en el FONCA ahora. ¿Cómo compites ahí? Necesitas tener libros publicados, un prestigio literario, y estos chicos que están haciendo su trabajo se encuentran en un momento de mucho desamparo, cuando estás empezando a escribir y no hayas a quién enseñárselo, y todos tus conocidos están en contra de tu afición. Y de pronto llega este programa del ISSTE que de pronto tiene ya más de 200 becarios en todo el país y no hay un estado de la República donde este programa no tenga un becario”, explayó.
Mencionó que los tres talleres que se coordinan en el Interfaz son uno de narrativa, cuyo encargado es Juan José Rodríguez; uno de poesía con Alfonso Orejel y uno último de crítica con Mijaíl Lamas.
“A lo que me interesa, y lo que le interesa al programa también, es que desde las propias regiones los jóvenes establezcan cuál es su visión de la literatura. Porque de pronto abres La Jornada semanal y te dicen que la literatura mexicana es una cosa, y luego Confabulario semanal te dice otra cosa, y quieren instaurar una idea de la literatura mexicana. Pero, ¿qué está pasando con el que vive en La Paz, y está mirando transversalmente la literatura mexicana, en relación con quién la ve de Mérida? Para mí este trabajo produce un diagnóstico de la literatura mexicana y sus fuentes”, concluyó.
