Al museo MARCO llegará el próximo 7 de marzo “Axiomas para la acción” del artista mexicano Carlos Amorales. Esta exposición compila veinte años de trabajo, ya que está basada en un ensayo homónimo que abarca los diferentes conceptos a partir de los cuales nacieron las obras.
“No sabía si la mejor manera de hacerla era ser absolutamente cronológico o encontrar los temas o grupos de obra o las técnicas, luego me di cuenta que lo más importante para mí en el fondo habían sido las ideas acerca de las cuales se había trabajado” recalcó el artista.
A lo largo del tiempo el artista se ha caracterizado por su versatilidad a la hora de elegir diversos medios de expresión artística tales como la animación, la escritura, el dibujo o el performance que fue como comenzó su carrera. En esta ocasión la presentación estará enfocada principalmente en el binomio film/instalación.
Sobre todo el cine en especial le ha interesado al artista ya que en él se mezclan varias disciplinas, “…en el cine confluyen muchas formas: la música, la imagen, la literatura; es una disciplina que puede englobar a otras lo que no ha hecho que mi obra sea en ese sentido monolítica sino que más bien ha hecho que se expanda por diversos caminos, que sea una obra por un lado es multidisciplinaria pero también abocada a distintos temas” destacó Morales.
Obras
La obra se divide en cuatro grupos o axiomas. En el primer axioma encontramos obras como “La máscara de Amorales “(1996). Esta obra consiste en un retrato del artista comisionado a un fabricante de máscaras y entregado a un escritor para que lo usara en su ausencia en una academia de arte. La máscara es de las piezas más antiguas que se ven dentro de la exposición, con ella Morales buscaba generar una forma de interfaz.
Este interfaz implica una forma de anonimato a la vez que le daba un disfraz que separa su vida privada de su vida pública. “En ese momento lo más importante para mí era posicionarme como artista y ahí fue que se ocurrió el tema de la máscara y crear para mí un doble de mí mismo” indicó el artista.
Parte del primer axioma también encontramos al célebre performance “Amorales vs Amorales” (1997- 2003). Es una serie de espectáculos de lucha libre dentro y fuera del mundo del arte, en los que se colaboró con un grupo de luchadores profesionales para representar tanto al personaje “Amorales” como a sus propios personajes.
El lenguaje juega un papel importante en algunas de sus piezas tal es el caso de “La vida en los pliegues” (2017). En ella se puede ver una constante en toda su arte que es el enmascaramiento o codificación con sonidos, gestos o símbolos. Es una obra compleja cuyo objetivo radica en descubrir significados ocultos en los pliegues de la vida y se comprende de tres niveles: musical, textual y visual.
La influencia de la música también ha estado muy presente en el arte del artista mexicano tal como podemos ver en “Las masas” (2017) una de sus obras más recientes que consiste en una sola toma de video del concierto de una banda de rock en el Cabaret Voltaire, en Zurich. Así como también en la famosa “Veamos como todo reverbera” (2012) una instalación que consta de 35 címbalos diferentes que se convierten en un gran instrumento musical, esta es una de la piezas interactivas en las que el público puede tocar el o los instrumentos. El artista ha colaborado con otros artistas del ámbito de la música e incluso ha formado su propia agrupación musical.
La exposición al no estar dispuesta de forma cronológica se puede recorrer de forma libre sin una secuencia específica y de esta misma libertad se dispone a la hora de interpretar los significados pues esto se deja a la perspectiva de cada miembro de la audiencia. Así lo prefiere Amorales quien no incluye en las piezas recuadros descriptivos en cada pieza sino más bien reflexiones filosóficas. “Más que decirle al público que pensar, para mí es muy interesante que puede ver el público de las obras y que ideas se puede hacer a sí mismo de ellas” agregó.